El agua dulce es el recurso más importante para la humanidad y está presente en todas sus actividades sociales, económicas y ambientales.

Es el requisito para la existencia de vida en nuestro planeta, un factor que influye en el desarrollo social y tecnológico, une fuente posible de bienestar o de miseria, de cooperación o de conflicto.

Con el fin de garantizar el suministro de agua, se deben proteger los sistemas hídricos vulnerables, reducir el impacto de desastres como las inundaciones y las sequías, garantizar el acceso al agua y sus servicios, y gestionar de forma adaptada y equitativa los recursos hídricos.

La UNESCO intenta que los países gestionen sus recursos hídricos de forma sostenible por medio del Programa Hidrológico Intergubernamental, del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos y de su liderazgo en el Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, y de los centros y las Cátedras UNESCO relacionadas con el agua repartidos por todo el mundo.

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