Colombia enfrenta una inquietante baja en sus reservas hídricas, con varios de sus embalses reportando niveles críticamente bajos de abastecimiento, según ha informado el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM).

En una situación que ya se considera de emergencia, los embalses del oriente colombiano muestran una disponibilidad alarmantemente baja, con un promedio de apenas el 12.10%, lo que impone una amenaza directa al suministro de agua.

Este problema no es exclusivo del oriente del país; otras regiones también reportan situaciones graves. Antioquia, con un 30.78%, Caldas con un 30.82%, y Valle del Cauca con un 34.36%, reflejan la problemática extendida. En el centro de Colombia, los embalses revelan niveles preocupantes en un 42.62%, y la región Caribe ha experimentado una disminución que la lleva a un 46.38%.

El IDEAM ha señalado, con particular inquietud, el nivel crítico que presentan embalses como Guavio en Valle del Cauca con un 4%, Alto Anchicayá con un 6.02%, y Río Grande en Antioquia, llegando tan bajo como un 7.5%.

Adicionalmente, importantes reservorios en el oriente como La Esmeralda, Chuza, Tocororo y Prado, se encuentran con niveles entre el 16.26% y el 20.81%, reflejando una situación que podría calificarse de peligrosa.

Las autoridades no descartan precipitaciones que podrían beneficiar áreas afectadas como Antioquia, Caldas, Cundinamarca, Valle del Cauca y Chocó. No obstante, se advierte que estas lluvias probablemente no serán suficientes para aliviar la severidad de la crisis hídrica que atraviesan los embalses.

El escenario más crítico se observa en el oriente del país y genera preocupación por la continuidad del suministro de agua. Departamentos como Caldas e Ituango también lidian con esta realidad alarmante, evidenciando disponibilidades hídricas que apenas alcanzan el 15.43%.

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