Las banderas de los Estados Miembros ondean en la sede de la ONU, en Nueva York. Las Naciones Unidas son la organización internacional más representativa y la máxima expresión del multilateralismo.
FOTO: Foto ONU/JC McIlwaine.
Los beneficios del multilateralismo y la diplomacia
¿Qué es el multilateralismo?
El multilateralismo suele definirse en oposición al bilateralismo y al unilateralismo. En sentido estricto, indica una forma de cooperación entre al menos tres Estados.
Sin embargo, esta definición «cuantitativa» no permite captar la naturaleza del multilateralismo. No se trata simplemente de una práctica o de una cuestión de número de agentes implicados, sino de la adhesión a un proyecto político común basado en el respeto de un sistema compartido de normas y valores. En particular, el multilateralismo se basa en principios fundadores como la consulta, la inclusión y la solidaridad. Su funcionamiento está determinado por normas elaboradas colectivamente que facilitan una cooperación sostenible y eficaz. Dichas normas garantizan a todos los implicados los mismos derechos y obligaciones en todo momento (y no solo dependiendo de la cuestión tratada).
El multilateralismo es, por consiguiente, tanto un método de cooperación como una forma de organización del sistema internacional.
Historia del multilateralismo
En la actualidad, vivimos en un mundo multilateral. Pero, ¿qué significa esto exactamente? Para dar respuesta a esta pregunta, debe examinarse el significado de multilateralismo, comprender su naturaleza y el lugar que ocupa el funcionamiento del sistema internacional.
Las Naciones Unidas, el marco multilateral por excelencia
El multilateralismo forma parte del ADN de la ONU. La Carta de las Naciones Unidas no se limita a definir la estructura, la misión y el funcionamiento de la Organización. Es uno de los pilares del sistema internacional en el que vivimos hoy. En su informe sobre la labor de la Organización ante la Asamblea General en 2018, el Secretario General, António Guterres, recordó que la Carta sigue siendo la «brújula moral para promover la paz, la dignidad humana y la prosperidad y para defender los derechos humanos y el Estado de derecho».
Las Naciones Unidas están al servicio de los Estados Miembros para alcanzar acuerdos y tomar decisiones colectivas. La Carta establece claramente que la Organización es un «centro que armoniza los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes» con el fin de «tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz», «fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto del principio de la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos» y «lograr la cooperación internacional». Para ello, las Naciones Unidas deben trabajar para resolver «problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario» y desarrollar «el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas».
Aunque las Naciones Unidas han sido el marco multilateral por excelencia durante más de 75 años, los procesos multilaterales se han diversificado. Una de las evoluciones más visibles de la diplomacia multilateral se puede ver reflejada en el aumento del número de Estados miembros: de 51 en 1945, a 193 en la actualidad. Además de esta expansión horizontal, el marco multilateral también se ha ampliado verticalmente, incluyendo nuevos agentes, como organizaciones no gubernamentales (ONG), agentes del sector privado y otras organizaciones internacionales. En la actualidad, más de 1000 ONG y organizaciones internacionales tienen la condición de observador ante las Naciones Unidas.
El multilateralismo ha logrado resultados tangibles que han dado lugar a grandes avances, como por ejemplo la erradicación de la viruela en el sector sanitario. También se han celebrado importantes acuerdos internacionales para limitar el control de armas y promover y reforzar los derechos humanos. La cooperación internacional en el marco multilateral de las Naciones Unidas salva vidas cada día.
Antecedentes
Las Naciones Unidas nacieron oficialmente el 24 de octubre de 1945, tras de la devastación de la Segunda Guerra Mundial, con una misión principial: el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. La Carta de las Naciones Unidas, documento fundacional de la Organización, establece que uno de los propósitos y principios de las Naciones Unidas es el compromiso de resolver las controversias por medios pacíficos y la determinación de que las generaciones venideras salgan del flagelo de la guerra.
Con el objetivo de mantener la paz y la seguridad internacionales, la Organización intenta prevenir los conflictos y poner de acuerdo a las partes implicadas. Lograr la paz exige crear no solo las condiciones propicias para que esta anide, sino para que se mantenga. El Consejo de Seguridad es el máximo responsable de la paz y la seguridad internacionales. La Asamblea General y el Secretario General, junto con otras oficinas y órganos de la ONU, también desarrollan un papel importante en esta tarea.
A pesar de todo, la prevención de conflictos sigue siendo un aspecto poco visible públicamente como parte de la labor de las Naciones Unidas. Los medios de comunicación tienden a cubrir las crisis después de que se vuelven violentas, cuando las escenas dramáticas tienen más probabilidades de captar la atención de la audiencia. El Consejo de Seguridad, en calidad de órgano de las Naciones Unidas al que corresponde la responsabilidad primordial de la paz y la seguridad, desempeña un papel esencial en el apoyo a las medidas preventivas y se ha centrado históricamente en la gestión de crisis inmediatas y conflictos a gran escala. Es difícil medir el impacto de la ONU en evitar el brote, la escalada, la prolongación y la recurrencia del conflicto violento y esta dificultad se incrementa con el desafío de demostrar que una acción determinada hizo que no se produjera el conflicto.
La coyuntura mundial actual demuestra inequívocamente que los países no pueden gestionar los riesgos por sí solos. Solo podemos tener éxito si trabajamos al unísono. El multilateralismo no es, por tanto, opcional. Es el vehículo más eficaz, ya sea regional o global, para lograr los objetivos de paz, desarrollo sostenible inclusivo y derechos humanos para todos.
El papel de la diplomacia debe ser el de aliviar las tensiones antes de que desemboquen en conflicto, o, si el conflicto estalla, actuar rápidamente para contenerlo y resolver sus causas subyacentes. Por este motivo, la diplomacia preventiva es fundamental para respaldar los esfuerzos de las Naciones Unidas en ayudar a solucionar las controversias.
Es por todo ello que este compromiso con el multilateralismo y la paz y la seguridad internacionales fue reafirmado tanto por la mayoría de los líderes mundiales en el Debate General de septiembre de 2018, como en la posterior discusión durante el Diálogo de Alto Nivel sobre la Renovación del Compromiso con el Multilateralismo el 31 de octubre de 2018.
El 12 de diciembre de 2018, la Asamblea General aprobó (resolución A/73/L.48) observar el Día Internacional del Multilateralismo y Diplomacia para la Paz el 24 de abril, en una votación registrada de 144 votos a favor y dos en contra. La Asamblea General invita a todos los Estados Miembros, observadores y organizaciones de las Naciones Unidas a difundir las ventajas del multilateralismo y la diplomacia para la paz, entre otras maneras, a través de actividades educativas y de sensibilización pública.
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