Agencia de Noticias UN- “Colombia es el único país donde los actores armados tienen como blanco el ambiente, lo que diferencia este conflicto armado de otros que tienen lugar en el mundo”, señaló Javier Burgos, profesor de la Universidad Industrial de Santander.
De esta manera el biólogo se refirió a los distintos atentados contra estructuras petroleras en varias regiones del país, que fueron atribuidos a las FARC. En UN Análisis de UN Radio*, el docente aseguró que estos actos son producto de una “lógica demencial de la guerra”.
Por otra parte, el profesor Mauricio Reyes, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la U.N., destacó cómo en este momento las FARC están ejecutando una serie de actos terroristas que no se relacionan con la condición de las hostilidades.
Uno de los elementos contemplados en el derecho internacional humanitario, es el principio de distinción, el cual busca la evaluación, por parte de los combatientes, de cuáles son los objetivos militares y civiles.
Al respecto, el profesor Reyes mencionó: “Cuando se hace daño a la naturaleza, se afecta sin distinción a toda la sociedad, además se incurre en otra violación llamada ‘ataques indiscriminados’, totalmente prohibidos por esta legislación internacional”.
Incluso en los textos sagrados, como la Biblia o el Corán, y en los códigos de regulación de la guerra, se encuentra una salvedad explícita sobre no contaminar las aguas. Al respecto, Reyes expresó: “Al contaminar las aguas, usted mismo se está contaminando”.
Germán Márquez, fundador del Instituto de Estudios Ambientales de la U.N., hizo referencia a la importancia del entorno para el futuro del país y el bienestar de la sociedad e hizo un llamado a biólogos y expertos, para investigar alrededor del tema de ambiente y guerra: “Ha sido poco analizado, junto a otros académicos comprobamos que existe poca atención, lo que conlleva al desarrollo de unas tesis incompletas”.
Márquez añadió: “Muchos de esos impactos devastadores, no solo de actores armados sino también de algunos proyectos de desarrollo, ocupan en realidad áreas diminutas, sin embargo, al seguir expandiendo la frontera agrícola se generará un cambio profundo, que merece un estudio de las dimensiones territoriales reales, y así podríamos tener recursos no solamente para hoy, sino para el futuro”.
Desde la Oficina de Gestión de Riesgo y Desastre de Tumaco, donde se presentó el derrame de 410.000 galones de petróleo, Roberto Cuero, coordinador de esta dependencia, informó acerca de la situación que afronta la población de la región a raíz de la catástrofe ambiental: “En el casco urbano hay 156.000 habitantes sin suministro de agua, además de la contaminación del Río Mira”.
También, aseguró: “Una de las actividades económicas de Tumaco es la pesca, la cual ya fue suspendida y que trasciende de un tema social a uno económico, además de la escasez de agua y alimentación. Si la fauna y la flora no han muerto, van a morir”.