El estilo de vida español no es, en general, sostenible con el medio ambiente por cómo nos alimentamos, nos movemos, nos vestimos o calentamos o enfriamos nuestras casas, según la Fundación Vida Sostenible (FSV), que en 2018 creó una calculadora para que cada uno pueda conocer el tamaño de su huella ecológica y aprender a reducirla.
En concreto, esta herramienta permite saber cuántos planetas harían falta para dar soporte a un estilo de vida si éste se generalizara a toda la humanidad.
El objetivo, que desde el conocimiento del tamaño de la huella se pueda avanzar hacia un uso sostenible de los recursos naturales para reducirla, ha explicado a EFEverde.com el técnico medioambiental de la FVS, Jesús Alonso.
Hasta el 1 de junio han usado la calculadora -basada en una treintena de preguntas relacionadas con la alimentación, el reciclado o reutilización, el vehículo que se usa, o la climatización del hogar, entre otras- un total de 866.057 personas de España (152.093), México (509.043), Colombia (55.097) o Argentina (24.049).
Nuestro estilo de vida necesita de 2,51 Tierras
Según los cálculos registrados entre 2018 y 2023 desde España (137.471), si todos los habitantes de la Tierra replicaran el estilo de vida de los participantes en el cuestionario harían falta 2,51 planeta para atender nuestro consumo.
Por autonomías, los estilos de vida menos sostenibles son los de los ciudadanos de Catilla-La Mancha (consumen 2,67 planetas) y Extremadura (2,61). En el lado opuesto, Canarias (2,14 planetas), País Vasco (2,35) y Asturias (2,37).
Entre medias: La Rioja (2,44), Castilla y León (2,46), Aragón (2,47), Navarra (2,49), Comunidad Valenciana y Andalucía (2,51), Galicia (2,5 planetas), Cantabria, Cataluña y Murcia (2,55), Madrid (2,56), Baleares (2,57), según la iniciativa.
Aunque los datos no representan a la sociedad española, pues no forman parte de una encuesta dirigida a una muestra representativa de ciudadanos, son significativos porque reflejan un consumo muy por encima del que el planeta puede soportar y eso que se presupone que quien usa este tipo de herramientas es porque ya está concienciado.
Tres ganadores: salud, bolsillo y medio ambiente
«Nuestro estilo de vida no es sostenible» porque estamos muy sobredimensionados, comemos demasiada carne, usamos demasiados coches o ponemos el aire acondicionado o la calefacción a tope», ha lamentado Alonso, quien, no obstante ha subrayado que en los últimos años se están dado pasos para que «cada vez sea más fácil ser sostenible».
Además, tras la crisis financiera de 2007/2008 la huella ecológica de los españoles se «derrumbó» y desde entonces mantenemos una huella más reducida. «La tendencia es caminar hacia una huella más sensata».
Cuando hablamos de sostenibilidad, el objetivo debe ser que haya tres ganadores: «el medio ambiente, nuestra salud y nuestro bolsillo», ha afirmado Alonso.
Menos carne, menos coches, menos ropa
Entre las acciones que pueden ayudarnos en esa triple ganancia, está, por ejemplo, reducir el consumo de carne y aumentar el de legumbres.
«Comemos demasiada carne (unos 60/70 kilos por persona y año) y leche (80 litros por persona y año). Es un consumo exagerado que no conviene ni a la salud, ni al medio ambiente, ni al bolsillo».
Producir esa carne conlleva mucha contaminación y tiene un coste muy elevado. Por contra, las legumbres contienen más proteínas, son más baratas y cunden mucho.
Además, su cultivo es mucho mejor para el medio ambiente, porque fija nitrógeno atmosférico en el suelo, lo que permitiría reducir el uso de fertilizantes químicos.
También podemos ser más sostenibles cocinando más en casa y reduciendo el consumo de alimentos ultraprocesados y «fast food», que son mucho más insanos, caros y contaminantes, pues llevan muchos químicos y están «superempaquetados».
Por otra parte, el uso intensivo del coche privado, con 25 millones de automóviles en España (tocamos a coche por cada dos personas), tampoco es sostenible, según Alonso, que recomienda hacer uso de un «menú variado de transporte» que combine vehículo privado, transporte público, coche compartido, bicicleta, patinete, caminar…
Esto es importante reducir el número de vehículos en circulación porque, ahora mismo, «asfixian nuestras ciudades», pues son el principal factor de contaminación atmosférica y sonora, así como de ocupación de espacio público.
«Sospechamos que mucha gente se ha comprado un coche sin necesitarlo salvo para irse de vacaciones una o dos veces al año (…) No se trata de demonizar el coche, sino de vivir más tranquilos, más a gusto y de ahorrar, pues se calcula que tener un vehículo privado cuesta entre 300 a 400 euros al mes».
También podemos reducir nuestra huella ecológica, reduciendo nuestro consumo de ropa.
«En las últimas décadas, el consumo de ropa se ha multiplicado por diez, mientras que lo que gastamos se ha dividido por diez. Compramos cantidades ingentes de ropa barata que casi se ha convertido en un producto de usar y tirar».
Más segunda mano y más eficiencia
Afortunadamente, está aumentando la compraventa de ropa y de otros productos de segunda mano. «El mejor consejo sostenible que se puede dar es, primero, compra prendas duraderas y, segundo, si quieres renovar tu armario acude a las tiendas de segunda mano».
En cuanto al agua, su escasez, unida a la sobreexplotación del recurso, es «el gran problema de la sostenibilidad en España, porque podemos vivir sin coche, pero no podemos vivir sin agua».
«La noticia positiva es que en España tuvimos sequías tremendas en los 80 y otra en el 1995, lo que redujo con claridad el consumo en muchos sitios y que muchos ciudadanos hayan pasado del derroche a la eficiencia».
El agua se consume ahora de manera más consciente, aunque en muchas zonas, la presión que ejerce el turismo hace difícil el equilibrio.
Reducir el uso de productos de limpieza tóxicos, apostar por el autoconsumo energético, bajar el uso de plásticos desechables y reciclar de manera adecuada aquellos que usemos, reforzar el aislamiento de nuestra vivienda o usar termostatos para ajustar el consumo energético del hogar, son otras de las acciones que están a nuestro alcance para reducir nuestra huella ecológica. EFEverde