Con la firma de un convenio de intención entre la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) y la U.N., y con una reunión de asuntos técnicos, arrancó de manera formal el proyecto que busca estudiar sismos y tsunamis en el Pacífico colombiano.

La U.N. Sede Tumaco realizará los estudios de la zona de Buenaventura y Tumaco en relación con los fenómenos de licuación de suelos, evaluación de riesgo, prevención de desastres y mitigación de inundaciones.

Se trata de una iniciativa de gran importancia porque la población tumaqueña no se puede evacuar al momento de un tsunami, debido a que los más de 80.000 habitantes solo cuentan con una vía de salida que es el puente El Pindo.

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“Por lo tanto deben tomar medidas como la evacuación vertical hacia uno de los cerros ubicados en una de sus islas o la construcción de barreras que mitiguen el impacto de las aguas”, menciona el profesor  Herbert Giraldo, director de la Sede, quien agrega que por esta y otras razones de riesgo es importante que se desarrollen proyectos de este tipo.

El fenómeno de licuación tiene lugar cuando las arenas están sueltas y saturadas de agua, entonces, al presentarse un movimiento de tierra, se genera una presión que hace que los granos floten y los edificios que se encuentran encima colapsen.

Juan Manuel Lizarazu, profesor del Departamento de Ingeniería Civil de la U.N. y coordinador técnico del proyecto, explica que la zona del Pacífico tiene unas condiciones sismotectónicas, como fallas ubicadas en áreas de subducción (a 100 kilómetros fuera de las costas), que tienen como particularidad el encuentro de dos placas que generan energía y producen terremotos.

Por esta razón, toda la zona es catalogada como de alta amenaza sísmica y por consiguiente de alta vulnerabilidad a tsunamis. De ahí, asegura el profesor Lizarasu, la importancia de trabajar y adelantar investigaciones que permitan proteger a la población.

El convenio con JICA fue firmado meses atrás por el profesor Ignacio Mantilla, rector de la U.N., junto a representantes de otras entidades, pero entró a operar de manera formal desde el pasado 24 julio, tras una reunión de asuntos técnicos.

A través de este proyecto, la U.N. formará a profesionales durante los próximos cinco años, en periodos cortos; incluso, a nivel de maestrías, algunos tendrán la oportunidad de viajar a Japón. En cuanto a la inversión económica, la contrapartida de la Universidad alcanzará los 700 millones de pesos.

A su vez, JICA brindará a las diferentes entidades el apoyo para el desarrollo y la actualización de los temas técnicos y científicos, que implica cursos en formación de softwares y equipos especializados de monitoreo.

Este proyecto será desarrollado con la colaboración de organizaciones como la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, el Servicio Geológico Colombiano, la Universidad Nacional de Colombia, la Dirección General Marítima (DIMAR) y la Universidad de los Andes.