Todos los años la reinita rayada (Setophaga striata), una pequeña ave de unos 14 cm, emprende uno de los viajes más desafiantes desde el norte de Norteamérica hasta Suramérica con un vuelo directo sobre el océano Atlántico , para pasar una larga temporada en el clima tropical. Pero en los últimos 10 años sus poblaciones han disminuido notablemente lo cual la ha puesto en riesgo de entrar a la lista de especies amenazadas.

Katya Rueda | Periodista Unimedios Sede Amazonias

El épico viaje de la reinita rayada arranca en octubre, cuando empieza la época invernal en los bosques boreales de Canadá y el norte de Estados Unidos, que es donde se reproducen, recorrido que puede durar entre 2 y 3 días para atravesar el océano Atlántico. Luego llegan a zonas más tropicales como Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Brasil, y desde diciembre permanecen especialmente en la Amazonia y la Orinoquia, y son una de las últimas especie de aves migratorias en irse, pues emprenden su viaje de regreso entre finales de abril y principios de mayo.

A pesar de que esta es una de las especies de aves migratorias que más llama la atención por su importante viaje, la población de la reinita rayada ha venido declinando drásticamente a causa de la pérdida de su hábitat, la destrucción de ecosistemas neotropicales y la transformación de conectividad. Justamente se encuentra en la lista de especies “casi amenazadas” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La docente Andrea Morales Rozo, candidata a Doctora en Estudios Amazónicos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Amazonia, centró su investigación en esta especie para entender su relación con los ecosistemas en Colombia. En su trabajo le siguió el vuelo a esta ave para conocer dónde se encuentra, cuáles son sus hábitats y cuáles de estos son mejores para su desarrollo.

Plumaje de la reinita rayada. Foto: Andrea Morales Rozo, magíster en Ciencias Biológicas y candidata a Doctora en Estudios Amazónicos de la UNAL Sede Amazonia.Plumaje de la reinita rayada. Foto: Andrea Morales Rozo, magíster en Ciencias Biológicas y candidata a Doctora en Estudios Amazónicos de la UNAL Sede Amazonia.

Uno de los cambios de la reinita rayada durante su temporada en Sudamérica es que no “viste” el mismo plumaje. Esta especie tiene dimorfismo sexual, es decir que el plumaje de macho y hembra es diferente. Cuando el macho está en etapa de reproducción tiene una elegante coloración negro con rayas blancas, mientras que la hembra es un poco más de color olivo con rayas blancas, pero más opaca que él. En la investigación se evidenció que cambian de plumaje cuando están en áreas donde no se reproducen, y cuando van a iniciar su etapa de regreso hacia Norteamérica se puede observar de nuevo su coloración de la etapa reproductiva.

La estadía en el Trópico

La ocupación y abundancia de esta especie migratoria varía en función de las diferentes escalas espaciales y temporales, ya que seleccionan su hábitat según los factores climáticos globales como la precipitación y la productividad primaria, lo que se asocia con mayor humedad, crecimiento del bosque y mayor energía para todos los seres vivos. Así mismo, la reinita rayada siempre busca espacios con vegetación abundante y un alto nivel de paisaje y conectividad.

Andrea Morales Rozo con la reinita rayada en proceso de anillamiento. Foto: Andrea Morales Rozo.Andrea Morales Rozo con la reinita rayada en proceso de anillamiento. Foto: Andrea Morales Rozo.

Para evaluar la ocupación de una temporada de la especie Setophaga striata, la investigadora Morales empleó un modelo jerárquico en la cuenca de la Orinoquia y la Amazonia, exactamente en 17 zonas entre los departamentos de Casanare, Boyacá, Meta, Guaviare y Amazonas, en donde identificó dos factores cruciales para la ocupación de esta especie migratoria: (i) la precipitación entre diciembre y abril, y (ii) la productividad primaria neta, que es mayor cuando el bosque puede realizar una mayor fotosíntesis, lo que se traduce en más producción de biomasa y energía.

También se observó que la reinita rayada prefiere hábitats con elevaciones entre 400 y 800m, especialmente en las estribaciones de los Andes orientales, lo que destaca la importancia de estas áreas para la conservación de la especie.

Según evidenció la investigación, la reinita rayada prefiere hábitats que no solo ofrecen recursos alimenticios, sino que además proporcionan un refugio durante la temporada no reproductiva; en primera instancia prefiere lugares de cacao con sombrío, seguido de cítricos, luego los sistemas silvopastoriles, y finalmente el bosque, es decir donde se encuentran sistemas agroforestales.

En cuanto al uso del hábitat de la reinita rayada, la investigadora encontró que el área del hogar es más grande en los cultivos de cítricos que en los de cacao, lo cual puede estar influenciado por la disponibilidad de recursos, ya que los distintos estratos –con unas plantas más altas y otras más bajas– puede generar mayor disponibilidad de recursos para esta especie.

 Cacao con sombrío, hábitat de la reinita rayada. Foto: Andrea Morales Rozo.Cacao con sombrío, hábitat de la reinita rayada. Foto: Andrea Morales Rozo.

Las amenazas

“Uno de los factores que estaría afectando la dinámica poblacional de la reinita rayada es el cambio climático. En 2018 se estimó una baja supervivencia de la especie en los sitios de estudio, probablemente asociada con el efecto del fenómeno de El Niño de ese año en Colombia, pues justamente los cambios en las lluvias afectan directamente la disponibilidad de los recursos alimenticios para la especie; además ese año las áreas de hogar donde ellas se mueven eran más grandes”, explica la investigadora Morales.

Para su trabajo la autora se apoyó en datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en los que evidenció que desde 2019 hubo un aumento en la deforestación, especialmente en áreas críticas para la especie; sin embargo, sustentó que estos cambios en la cobertura forestal podrían estar especialmente relacionadas con la fragmentación del bosque y la dinámica tan cambiante de la Orinoquia, influenciada por la erosión y las inundaciones en áreas cercanas a los ríos.

“Yo sí creo que es clave resaltar la importancia de los sistemas agroforestales, ojalá con modelos de especies nativas como sombrío, donde se promueva el cacao con sombrío y café con sombrío. Además promover la conservación de los parches de bosque y de las cercas vivas para conectarlos alrededor de las rondas de ríos, quebradas, caños, etc. […] estas pueden ser alternativas para ayudar a la conservación de la especie y de muchas otras y en general para la biodiversidad”, aseguró la magíster Morales.

Por otra parte, también hace un llamado a las autoridades ambientales para que se promuevan los sistemas productivos con buenas prácticas y la conservación de los fragmentos de bosque, ya que son esenciales para la ocupación de la especie, haciendo énfasis en que los sistemas agroforestales son fundamentales para la conservación de esta ave durante la temporada que no están en reproducción.

Plantaciones de cítricos, hábitat de la reinita rayada. Foto: Andrea Morales Rozo.Plantaciones de cítricos, hábitat de la reinita rayada. Foto: Andrea Morales Rozo.

La especie Setophaga striata también juega un papel fundamental para el ecosistema, en especial en el control de plagas, pues cuando están en Colombia se alimentan principalmente de insectos. Así mismo, cuando se está preparando para la migración de primavera, se alimenta de frutos y puede ayudar a la dispersión de semillas..

Conocer al visitante

La investigadora Morales también habló sobre la importancia de que los lugareños de las zonas como del Meta y el norte de la Amazonia colombiana conozcan sobre la reinita rayada y otras aves migratorias, pues la mayoría de los habitantes desconocen la existencia de esta ave y la importancia de conservarla.

“Ha habido algunos proyectos con Socodevi y el Gobierno de Canadá que han promovido el avistamiento de aves en el Meta […] me encantaría que se iniciara un trabajo de sensibilización con la comunidad y los productores, para que comprendan el valor de conservar las aves migratorias como esta, incluso que se generen iniciativas de marca y conservación, así como han hecho con otras especies como la reinita cerúlea y el águila arpía”, comentó la autora de la tesis

Además de ser candidata a Doctora en Estudios Amazónicos de la UNAL Sede Amazonia, la investigadora Morales es la directora del Programa de Biología de la Facultad de Ciencias Básicas e Ingeniería de la Universidad de los Llanos (Unillanos), y desde hace 9 años es docente ocasional y líder del Semillero de Investigación Biología Evolutiva de Aves Neotropicales de Unillanos, y gracias a los estudiantes que se capacitaron en las diferentes metodologías logró su investigación con éxito.

Los estudiantes del Semillero, quienes participaron activamente en la recolección de datos de la especie Setophaga striata, tienen entre 18 y 22 años y provienen de diferentes regiones de Colombia, en especial de la Orinoquia. Justamente este proyecto permitió que más de 100 estudiantes se capacitaran en métodos avanzados de seguimiento de aves con tecnología avanzada con telemetría automatizada, manejo de redes y anillamiento.

Acerca de su experiencia con este proyecto, la bióloga Maira Holguín, integrante del Semillero desde 2014, comentó: “me encantó formar parte de esta investigación porque aprendí muchas cosas y pude ponerme a prueba en el trabajo de campo y saber cómo me puedo desempeñar profesionalmente”.

Además aseguró que “después de conocer a la investigadora Andrea Morales Rozo hoy me considero una amante del avistamiento de aves; gracias a esta experiencia hoy formo parte de más proyectos de investigación en la Organización Selva – Investigación para la Conservación en el Neotrópico, ubicada en Bogotá, entidad que ayudó en la investigación sobre la especie Setophaga striata.

periodico.unal.edu.co