Collage formado por fotografías de personal de la policía

La integridad, la responsabilidad y la supervisión policial son cruciales para generar confianza y garantizar que la actuación policial sea transparente, respete los derechos humanos y cumpla con el estado de derecho.

Foto:UNODC, UNPOL, PNUD, UNESCO, ONU Mujeres y ONU.

Integridad, responsabilidad y supervisión policial

En la conmemoración del Día Internacional de la Cooperación Policial, el Equipo de Tareas Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Actividad Policial (conocido como IATF-P, por sus siglas en inglés) destaca la importancia de la integridad, la responsabilidad y la supervisión policial en el fortalecimiento del estado de derecho, asegurando la creación de un cuerpo policial efectivo que adopte un enfoque basado en los derechos humanos y mejorando la confianza pública hacia las agencias encargadas de hacer cumplir la ley.

Las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley tienen encomendadas diversas tareas que requieren un alto grado de integridad dentro de las agencias policiales. Dichas tareas están apoyadas por mecanismos de supervisión efectivos y unos altos estándares de conducta que aseguren que los cuerpos policiales sirvan a las comunidades de manera eficaz y transparente. La eficacia de un sistema policial confiable depende del ejercicio legal de sus poderes coercitivos, como el uso de la fuerza, arrestos o detenciones, y de la transparencia y la responsabilidad de los mecanismos que regulan sus acciones. Por esta razón, la integridad, la responsabilidad y la supervisión policial son elementos esenciales para mantener la confianza pública, prevenir el abuso de poder y asegurar justicia para todas las personas.

La importancia de los mecanismos efectivos de supervisión policial interna y externa para fortalecer la responsabilidad y la integridad va más allá de abordar la mala conducta tras las intervenciones; estos mecanismos incluyen medidas preventivas, supervisión constante y rigurosa, y sistemas sólidos y robustos para revisar y abordar la conducta policial. Transformar las prácticas organizativas policiales con un sistema de responsabilidad bien estructurado implica mecanismos dentro de las propias agencias policiales, tales como protocolos claros y transparentes para reportar e investigar conductas indebidas, retroalimentación y oportunidades para reflexionar sobre lecciones aprendidas, la reparación del daño por acciones u omisiones policiales indebidas, así como la supervisión externa por instituciones independientes e imparciales que aseguren una revisión objetiva, con transparencia y escrutinio público. Los servicios policiales donde la integridad y la responsabilidad son valores fundamentales, tanto en teoría como en práctica, aseguran una mejor policía, investigaciones más efectivas, la reducción de abusos a los derechos humanos y una fuerza laboral que se enorgullece de servir a la comunidad.

Dentro del amplio sistema de las Naciones Unidas, la política de tolerancia cero del Secretario General subraya un firme compromiso con el cumplimiento de los más altos estándares éticos en la aplicación de la ley. Esta política asegura que la mala conducta, la corrupción o los abusos de poder dentro de las fuerzas policiales no son tolerados, reforzando los principios de transparencia y responsabilidad. Al promover un mecanismo de supervisión robusto para monitorear el comportamiento policial y hacer cumplir la responsabilidad, este enfoque garantiza que el funcionariado encargado de hacer cumplir la ley se adhiera a altos estándares de conducta. Tales medidas son esenciales para mantener la confianza pública y la legitimidad de las instituciones policiales.

En línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16, principios como la integridad y la responsabilidad guían el uso responsable de la fuerza, mientras que previenen la discriminación y aseguran que los mecanismos de supervisión dentro de las instituciones policiales operen de acuerdo con el estado de derecho. Estos principios ayudan a garantizar que las acciones del funcionariado encargado de hacer cumplir la ley sean proporcionales, promuevan la paz y contribuyan a la construcción de instituciones inclusivas en todos los niveles.

A pesar del progreso a lo largo de los años, persisten desafíos en el establecimiento de mecanismos efectivos de responsabilidad policial, lo que conduce a la impunidad por el uso ilegal o desproporcionado de la fuerza, sobornos y corrupción, que continúan comprometiendo la confianza pública y obstaculizando la eficacia de la aplicación de la ley. Las Naciones Unidas promueven y apoyan a los Estados Miembros en la implementación de normas y estándares de la ONU, como el Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley o los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, que destacan la necesidad de transparencia, responsabilidad y respeto a los derechos humanos en el ámbito policial. Estos estándares proporcionan una base normativa para desarrollar sistemas de responsabilidad efectivos y asegurar que las acciones policiales estén en conformidad con los instrumentos internacionales de derechos humanos.

La Red Operativa Global de Autoridades de Aplicación de la Ley Anticorrupción (la Red GlobE) facilita la cooperación informal de la aplicación de la ley anticorrupción entre las autoridades en casos de corrupción transnacional. Muchos de sus miembros son entidades policiales con el mandato de combatir la corrupción transnacional. La integridad y la responsabilidad de la policía que participa en estre trabajo de profesional a profesional a través de las fronteras son de suma importancia. La Red ha adoptado Directrices para el Intercambio de Información entre los Miembros de GlobE y está desarrollando una comunidad de profesionales con principios compartidos de cooperación informal. Estos principios están basados en la integridad y la responsabilidad, la adhesión a las leyes nacionales y los estándares internacionales de conducta.

En este Día Internacional de la Cooperación Policial, las Naciones Unidas hacen un llamado para un compromiso renovado con el fortalecimiento de la integridad, la responsabilidad y la supervisión policial. Es esencial un esfuerzo sostenido y a largo plazo para establecer un marco integral para la supervisión y la responsabilidad policial, reforzando la integridad dentro de los sistemas de aplicación de la ley.

El Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Actividad Policial reafirma su compromiso de asegurar que las prácticas policiales operen con los más altos estándares de integridad y responsabilidad. Esto no solo implica mecanismos de supervisión sólidos, sino también fomentar una cultura donde la transparencia y la integridad sean fundamentales en las iniciativas de la ONU orientadas a mejorar la confianza pública y asegurar que la policía atienda y proteja eficazmente a las comunidades a las que sirve.

un.org