Empieza a ser especial, empieza a ser único, empieza dejar boquiabierto a todo el mundo. Todo el ‘paddock’ del Mundial de motociclismo sabe que está frente a un muchacho especial, diferente, elegido. David Alonso Gómez acaba de proclamarse nuevo, flamante y muy, muy, arrollador campeón del mundo de Moto3, de momento con los números más alucinantes de la historia (10 victorias y 11 podios en las 16 carreras disputadas) y aún le restan cuatro grandes premios (Australia, Tailandia, Malasia y Valencia) para subir aún más alto. Lo nunca visto. Ha ganado en Catar, EEUU, Francia, Catalunya, Italia, Alemania, Austria y la tres últimas: Emilia Romagna, Indonesia y Japón.
Sonó el himno de Colombia en el podio, pues el muchacho de Madrid corre bajo la bandera de ese país, de donde es su madre Sandra, pero éste también es un título que debe contabilizarse para el motociclismo español y, en ese caso, sería, digo sería, el nº 23. Y es, por descontado, el séptimo campeón que crea, que acuna, que mece, que fabrica el gran campeón Jorge Martínez ‘Aspar’, la auténtica escuela de campeones de España.
«Es muy, muy, inteligente en la pista, sabe muy bien lo que debe hacer en cada instante, es un estudioso y se merece ser campeón del mundo. Es un prodigio. Solo diré una cosa que lo define: es aún mejor persona que piloto, con eso ya lo digo todo»
Nico Terol
— Campeón de Moto 3, descubridor y tuto de David Alonso
“Tenía claro que un campeón debe ganar, ganando y, aunque no ha sido nada fácil, he peleado como siempre en las últimas vueltas para conseguir”, comenta Alonso, que celebró el título con dos banderas, la española y la colombiana, colgadas del mismo mástil y que se divirtió, en la pista de Motegi (Japón) con la minimoto que estrenó, con solo 6 años. Luego, a los 11 llegaría a la escuela de Aspar, descubierto por el también excampeón (y desde entonces tutor) Nico Terol para convertirse, con 18 años y 164 días, en el tercer campeón más joven de la historia de la pequeña cilindrada por detrás de Izan Guevara y Pedro Acosta.
La carrera fue comandada siempre, siempre, por un fabuloso Adrian Fernández, que, con su Honda, quiso hacer honor a correr en el circuito de su marca. Alonso (CFMOTO) estuvo siempre en sexta posición hasta que, faltando nueve vueltas, “me dije, no toca llevar esto a Australia, venga, David, trata de ganarlo aquí y proclámate campeón como se proclaman los campeones, ganando”.
Dicho y hecho. A falta de nueve vueltas, superó al japonés Ryusel Yamanaka (KTM); a falta de ocho, pasó a Ángel Piqueras (Honda); a falta de siete tuvo que luchar mucho y bien para pasar a Daniel Holgado (GasGas), uno de sus rivales por el título; a falta de seis, superó al otro, Ivan Ortola) y, a falta de cuatro vueltas, dio cuenta del otro protagonista del día, un gran, un inmenso, Adrian Fernández (Honda), que acabó tercero tras Collin Veijer (Husqvarna).
Y, a partir de ahí, un montón de gritos de felicidad, un montón de fotos, paseo con la minimoto, nº 1 en su cúpula, palo con las dos banderas y, sobre todo, paseo por el ‘pit lane’ donde todos, todos, los campeones del mundo de Marc Márquez a ‘Pecco Bagnaia, le felicitaron.
«Antes de acostarme, me fui al baño, me miré al espejo y escribí un texto que empezaba ‘me miro a mi mismo y me digo, mañana vas a ser campeón del mundo y se me aguaron los ojos…’ Y, sí, por fin, he cumplido el sueño de mi vida. No sé si estoy preparado para todo esto, la verdad»
David Alonso
— Nuevo campeón de Moto 3
Muchas lágrimas de emoción, por parte de Aspar, que reconoció sentirse “muy orgulloso por haber cogido un niño y convertirlo en campeón, con una mentalidad ganadora y, pese a decirle que no pensase en el título, estoy seguro que él solo tenía en su mente ganar ganando”.
Y lágrimas, claro que sí, de sus dos maestros, primero Gino Borsoi, ahora en Prima Pramac de MotoGP, que aseguró que “lo mejor de David son las ganas que tiene de aprender, de investigar, de trabajar duro, de preguntarlo todo para aprender y ser mejor cada día”. “Yo solo quiero decir una cosa: es muchísimo mejor persona que piloto, así que imaginaros cómo es este muchach: una maravilla, un auténtico encanto”.
Tan encantador que, nada más bajar del podio, se acercó a Izaskun Ruiz, estrella de DAZN, le plantó dos besazos y le dijo “hoy es el día de romper el protocolo”. Y lo rompió tanto que ya, tras la primera pregunta, le soltó a Izaskun todo lo que le quería soltar.
“Anoche, antes de irme a la cama en el hotel, empecé a sentirme nervioso. Me fui al baño, me miré al espejo y, luego, me senté para escribir este texto, que le pasé de inmediato a Vicente, mi jefe de prensa. ¿Lo leo?”, soltó el nuevo y flamante campeón. E Izaskun, claro, le dijo que por supuesto. Y lo leyó, pues lo tenía en su móvil.
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