Una nueva variedad de papa está transformando los medios de vida de las agricultoras de Kenya
Una variedad rojiza de papa denominada UNICA crece ahora en las tierras de Esther Murugi, en el condado de Laikipia (Kenya). Con este cambio, basado en el asesoramiento de un proyecto de la FAO y ONU-Mujeres, su producción se ha disparado. © FAO
Entre los diversos tipos de papas que se cultivan en todo el mundo, una variedad rojiza en particular, denominada UNICA, crece en la parcela de medio acre (unos 200 m2) de Esther Murugi en el condado de Laikipia (Kenya). Esta variedad, que lleva el nombre de la Universidad de Ica, del Sur del Perú, donde se presentó UNICA en la década de 1990, se cultiva actualmente en todo el mundo, como por ejemplo en las tierras de cultivo de Esther. En un campo salpicado de flores púrpuras, pasea por su finca y excava un poco de tierra alrededor de una papa UNICA.
Apenas han pasado tres meses, pero los tubérculos ya son lo bastante grandes como para cosecharlos, comenta Esther con satisfacción. No es su primera cosecha, y aún tiene un abundante excedente de la cosecha anterior. Su familia tendrá suficiente para alimentarse hasta la próxima cosecha sin preocuparse.
Pero no siempre fue así.
“Antes de que se introdujera esta variedad, el cultivo de papa, que es nuestro pilar, había decaído, y no es que no plantáramos. Plantábamos, pero la cosecha era muy escasa: pocos tubérculos pequeños. Ahora, los resultados están a la vista”, explica Esther.
La variedad UNICA puede cultivarse tanto en tierras bajas como en tierras altas, alcanza la madurez rápidamente y tiene capacidad para resistir el estrés hídrico y térmico y muchas enfermedades, como el tizón tardío de la papa, ocasionado por un hongo. © FAO
La papa no es solo un alimento básico, sino también el medio de vida de muchos agricultores de Laikipia. En esta región, el clima suele ser árido y semiárido, con lluvias muy escasas. Los agricultores hacían frente a dificultades constantes debido a la escasez de semillas y a la breve estacionalidad del cultivo de papa. Esto condujo a que se reciclaran semillas de papa de mala calidad para propagar el cultivo, y a que siguieran produciéndose enfermedades y plagas. Cuando las tierras fueron asoladas por sequías, estos problemas se agravaron.
En 2020, para ayudar a las agricultoras a adaptarse al cambio climático y aumentar el rendimiento de sus cosechas, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto con la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU-Mujeres), con financiación de la Agencia de Cooperación Internacional de la República de Corea, pusieron en marcha un proyecto de agricultura climáticamente inteligente.
El proyecto, denominado Empoderamiento económico de las mujeres mediante la agricultura climáticamente inteligente se ejecutó en tres condados: Laikipia, Kitui y Pokot Occidental. Entre las diversas mejoras de la cadena de valor que se promovieron a través del proyecto, cabe mencionar la introducción de la variedad de papa UNICA.
Esta variedad específica, desarrollada por el Centro Internacional de la Papa, se desarrolló mediante técnicas tradicionales de fecundación cruzada y luego se probó en distintos climas para garantizar que tolerara el calor y la sequía.
La variedad UNICA puede cultivarse tanto en tierras bajas como altas, alcanza la madurez rápidamente (tres meses) y tiene capacidad innata para resistir el estrés hídrico y térmico. Su singularidad también la vuelve resistente a varias enfermedades víricas y al hongo del tizón tardío, comunes en Laikipia.
“Elegimos la variedad de papa UNICA en función de las necesidades locales de los agricultores y las condiciones ambientales, y en respuesta a los objetivos del proyecto, de fomentar la resiliencia de los productores de papa frente al cambio climático mediante técnicas climáticamente inteligentes. Los resultados son bastante sorprendentes”, aseguró Barrack Okoba, responsable de este proyecto de la FAO.
El proyecto Empoderamiento económico de las mujeres mediante la agricultura climáticamente inteligente, financiado por la Agencia de Cooperación Internacional de la República de Corea, contribuyó a mejorar la cadena de valor de cultivos como la papa con miras a ayudar a los agricultores a garantizar sus fuentes de alimentos y medios de vida. © FAO
Los cursos permiten lograr resultados de gran repercusión
El proyecto Empoderamiento económico de las mujeres proporcionó a las agricultoras de Laikipia un curso acerca de cómo cultivar la variedad de papa UNICA y gestionar el proceso posterior a la cosecha, así como acerca de formas de vender sus productos en los mercados locales.
Esther es miembro del grupo de autoayuda para personas con discapacidad de Ngenia. Ella, junto con su grupo, fue seleccionada para participar en este curso, en el que aprendieron técnicas de propagación y producción de papas UNICA. La finalidad principal del proyecto era llegar a las personas con discapacidad, que a veces no reciben formación pero son una parte esencial de la comunidad agrícola de Laikipia.
Cuando se le pregunta por el curso, Esther responde: “Llevamos años cultivando papas, pero es la primera vez que lo hacemos utilizando esquejes apicales que nos entregaron a través del proyecto Empoderamiento económico de las mujeres mediante la agricultura climáticamente inteligente. Son mucho mejores y nos dan papas con las que obtenemos más ganancias, y nos queda mucho para el consumo familiar”. Esto se debe a que, en los esquejes apicales, se utilizan cultivo de tejidos vegetales que producen semillas de alta calidad.
Esther comenta además que, gracias a este curso, ya no utiliza productos químicos para combatir el tizón tardío de la papa, como hacía con las variedades tradicionales, porque UNICA es naturalmente resistente a la enfermedad. Otro aspecto del proyecto fue el curso sobre conocimientos financieros y, como resultado, el grupo de Esther ha podido aumentar sus ahorros a 500 000 KSH (4 000 USD) a través del plan de ahorro y préstamo de su aldea, un sistema bancario informal para empresas agrícolas.
Con el importante aumento de la cosecha, también surgió una oportunidad de negocios, mediante la producción de papas fritas, bajia (buñuelos) y hojuelas. El grupo de Esther envasa estos aperitivos de papa y los distribuye en los mercados locales para obtener ingresos adicionales. En el futuro, desean llevar sus productos a otros pueblos y ciudades.En la exposición de campo de clausura, el proyecto Empoderamiento económico de las mujeres también puso al grupo de Esther en contacto con una empresa local especializada en la elaboración de papas que trabaja en colaboración con el Consejo de la papa de Kenya. Mediante la promoción de asociaciones entre las productoras de papas y las empresas locales del sector, se puede incrementar la colaboración para satisfacer la demanda de otros mercados locales, garantizando los medios de vida de las agricultoras y la continuidad de la producción sostenible de papas.