Enseñanzas del sunami del Océano Índico de 2004 para la próxima generación
El 26 de diciembre de 2004, un terremoto en el Océano Índico provocó un devastador tsunami que se cobró trágicamente la vida de unas 230.000 personas y afectó a 14 países. Este fenómeno marcó la primera gran catástrofe mundial del siglo XXI y sigue siendo una de las más mortíferas de la historia reciente.
Quienes sobrevivieron a la catástrofe aprendieron a reconocer las señales de alerta de un tsunami y a buscar terrenos elevados, enseñanzas que han quedado grabadas en su memoria. Sin embargo, cuando se acerca el 20º aniversario de la catástrofe, una nueva generación que, o bien la vivió a una edad muy temprana, o nació después del suceso, puede aprovechar los conocimientos adquiridos por estos supervivientes
El tema del Día de este año coincide con el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Cumbre del Futuro, que se centra en «los jóvenes y las generaciones futuras». Las actividades previstas para la celebración tienen por objeto conmemorar el 20º aniversario del tsunami del Océano Índico transmitiendo sus enseñanzas a una nueva generación de niños y jóvenes.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR ) insta a los países con riesgo de tsunamis a que actualicen las rutas de evacuación, instalen nuevos sistemas de alerta y conciencien a la infancia y la juventud. También animan a los jóvenes y a los institutos de enseñanza a que jueguen y aprendan con el juego en línea Stop Disasters para entender cómo salvar vidas durante los desastres.
Súmate a la campaña. Participa en las redes con las etiquetas #GetToHighGround (#ALasZonasAltas) #TsunamiDay (#DíadelSunami) #AreYouReady24 (estás preparado mañana).
¡A las zonas altas!
En 2022, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) lanzó la campaña #ALasZonasAltas para promover la concienciación sobre la reducción del riesgo de tsunamis. La campaña anima a los ciudadanos a participar en simulacros, carreras o caminatas a lo largo de las rutas de evacuación de tsunamis, lo que ayuda a las comunidades a prepararse para los desastres naturales y a aumentar su resiliencia. Estos eventos son inclusivos y atractivos, e implican a todas las personas en la concienciación sobre la reducción del riesgo de tsunamis.
Los tsunamis pueden ser mortales, pero no tienen por qué serlo. La alerta y la acción temprana son herramientas eficaces para proteger a las personas, salvar vidas y evitar que la amenaza se convierta en un desastre. Para ser eficaces, los sistemas de alerta temprana de tsunamis deben abarcar a todas las personas en riesgo, deben ser multiamenaza y las comunidades deben estar preparadas para poder actuar con rapidez.
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¿Qué es un tsunami?
La palabra «tsunami» (o sunami) está formada por las palabras japonesas «tsu» (puerto) y «nami» (ola). Un tsunami es una serie de olas gigantescas que se producen por una perturbación bajo el agua, por lo general, asociada con los terremotos que ocurren en el fondo del océano o cerca de él.
Las erupciones volcánicas, los deslizamientos de tierras submarinas y las desprendimientos de rocas costeras también pueden provocar un tsunami, al igual que el impacto de un gran meteorito en el océano. Se originan a partir de un movimiento vertical del fondo marino, con el consiguiente desplazamiento de la masa de agua.
Las olas del sunami normalmente parecen muros de agua que golpean violentamente la costa durante varias horas en intervalos de entre 5 y 60 minutos. La primera ola suele ser imperceptible, pero le siguen otras de una magnitud sin precedentes. El agua retrocede tierra adentro, mientras que una nueva ola se precipita arrastrando consigo los numerosos residuos y daños causados por las olas anteriores.
¿Qué puede causar un sunami?
Terremotos
Un terremoto es un acomodamiento de la tierra que se percibe con sacudidas y temblores. Su origen se debe principalmente al choque de placas tectónicas. La mayoría de los terremotos graves se producen en zonas de subducción, donde una placa oceánica se sumerge bajo una placa de carácter continental u otra placa oceánica más joven.
No todos los terremotos causan tsunamis. Para que provoquen un sunami, se dan cuatro condiciones:
- El epicentro del terremoto se sitúa bajo el océano o cerca de las costas.
- Es de gran magnitud, al menos de 6,5 en la escala de Richter.
- Hay un quebratamiento de la superficie de la Tierra y ocurre a poca profundidad, menos de 70 km por debajo de la superficie de la Tierra.
- El terremoto produce un movimiento vertical del fondo del mar, que puede alcanzar varios metros de altura.
Derrumbes
Los derrumbes submarinos o los corrimientos de tierra cercanos a la costa también pueden originar una ola que puede alcanzar una amplitud significativa debido al volumen de metros cúbicos de tierra derrumbada.
Erupción volcánica
Aunque son relativamente poco frecuentes, las erupciones volcánicas también pueden provocar tsunamis. Pueden ocasionar el desplazamiento de un gran volumen de agua y la generación de olas de tsunami extremadamente destructivas.
Eso fue lo que pasó en uno de los tsunamis más grandes y destructivos jamás registrados, que ocurrió el 26 de agosto de 1883, tras la erupción del volcán Krakatoa (Krakatau), en Indonesia. La erupción generó olas que llegaron a los 41 metros y destruyeron ciudades y pueblos de la costa a lo largo del Estrecho de la Sonda, en las islas de Java y Sumatra, cobrándose la vida de 36.417 personas.
Colisión extraterrestre
Aunque en la historia reciente no se ha registrado ningún tsunami causado por la caída de un cuerpo terrestre, un meteorito o asteroide, los científicos creen que si uno de estos cayera en el océano, sin duda se desplazaría un gran volumen de agua y podría provocar un tsunami.
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