Agencia de Noticias UN- Con la población mundial creciendo de manera acelerada y la demanda alimentaria a gran escala, el uso de la tierra y el agua no es el más adecuado.
Ante esta problemática expuesta por el profesor Iván Alonso Montoya Restrepo, de la U.N. Sede Medellín, algunas soluciones radican en utilizar el agua cuantas veces sea posible y devolverla en excelentes condiciones, para que finalmente vuelva al océano.
El docente, asociado a la Facultad de Minas, habló durante una nueva versión de la Cátedra Pedro Nel Gómez, una de las más prestigiosas de este claustro universitario.
Basado en la teoría del profesor George Chan, investigador de Naciones Unidas y uno de los primeros ingenieros ambientales en el mundo, Montoya Restrepo indicó: “El papel del agua es vital y su utilización debe ser lo más creativa y responsable posible, mientras se pueda tomar de los ríos antes de llegar al mar”.
A la par con esta propuesta debe ir aquella que pretende aprovechar los desechos al máximo, para generar insumos y productos aptos para la humanidad. “Es necesario pensar en una ingeniería de procesos, en diferentes disciplinas, que sea muy integrada y que aproveche los desperdicios de un proceso, para hacer un buen uso de los recursos ambientales, generando oportunidades de ingreso para más personas”.
Algunos de esos serían las excretas del ganado, que pueden servir para producir biogás, o las aguas contaminadas con una fuerte carga orgánica, que serían utilizadas para producir algas.
Ya empieza a escasear
Frente a este panorama, hay preocupación en ambientalistas y expertos en la materia, que empiezan a ver cómo las fuentes empiezan a escasear en algunas zonas. Según un estudio de la Universidad del Valle, cada seis meses desaparece un río en Colombia.
Además de la dramática disminución de este líquido, otro problema evidente es que en el futuro tenga que extraerse de los océanos, lo que implicaría un proceso de desalinización.
Estas cifras, pronósticos y análisis no pasan desapercibidos y, al conocerlos, la población universitaria se compromete a buscar soluciones. “Es la primera vez que escucho del tema y esto nos hace crear conciencia”, dijo Andrés Yarce, estudiante de tercer semestre de Ingeniería Agrícola.
“La idea es pensar mucho más en la sostenibilidad de los procesos productivos. Considerar también los efectos ambientales y no simplemente el valor material que se puede extraer de ellos”, expresó Mauricio Londoño Montoya, estudiante de décimo semestre de Ingeniería Mecánica.
Finalmente, Liliana López Tobón, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería Administrativa, señaló: “Si tomamos esto en serio puede ser muy útil. Aún hay tiempo de reaccionar”.