Ana Tuñas Matilla
El Black Friday, periodo de descuentos originario de Estados Unidos e importado por las grandes cadenas de distribución, ha arraigado con fuerza en España, donde, en apenas diez años, se ha convertido en uno de los momentos del año de más ventas y ha pasado a considerarse el inicio de la campaña de Navidad.
Para contrarrestar este fenómeno, cuyo éxito se basa, según organizaciones de consumo y ecologistas, en la capacidad de las grandes firmas de generar en los usuarios la «necesidad de consumir», nació Green Friday, movimiento que busca concienciar a los ciudadanos de la importancia de ejercer un consumo responsable y consciente para no agotar los recursos del planeta.
Cómo llegó a España
El Black Friday tiene su origen en Estados Unidos, donde tradicionalmente los establecimientos ofrecen fuertes descuentos al día siguiente de Acción de Gracias para dar el pistoletazo de salida a la campaña de Navidad y tornar sus números «rojos» (perdidas) «a negros» (beneficios). Este año, es el 29 de noviembre.
A comienzos de la segunda década del siglo, el comercio español importó esta campaña en un intento de impulsar unas ventas en declive por la crisis que siguió al estallido de la burbuja inmobiliaria.
Hoy en día, se considera el inicio de la campaña de Navidad y ha supuesto, incluso, que en muchas ciudades se haya adelantado el encendido del alumbrado, que antes se hacía durante el puente de diciembre.
Los primeros jugadores nacionales en «adoptarla» fueron grandes grupos nacionales de distribución, como El Corte Inglés. De fondo, la llegada de competidores como Amazon (Estados Unidos), hoy convertido en gigante mundial del comercio.
En Estados Unidos, los descuentos se limitaban originalmente a una única jornada, mientras que en España, se optó por mantenerlos durante días e incluso semanas y se extendieron a todo tipo de servicios.
Aunque ya hay signos de que va perdiendo fuelle, lo cierto es que son muchos los que estos días aprovecharán para adelantar sus compras de Navidad con la esperanza de encontrar mejores precios. Otros, simplemente comprarán por impulso atraídos por carteles con ofertas que incitan al consumo.
¿Menos capacidad de gasto o más conciencia?
Según un estudio del comparador de precios Idealo, sólo 1 de cada 10 españoles es indiferente al Black Friday, el 26 % de ellos porque desea limitar su consumo, el 25 % porque considera que ya tiene lo que necesita y el 37 % porque duda de la veracidad de las ofertas.
Sin embargo, entre los que sí tienen pensado comprar algo estos días, más del 70 % prevé gastar lo mismo o menos que el año pasado debido a que tienen menos capacidad económica (44 %) o porque buscan ser más conscientes y responables en su consumo (30 %).
Uno de cada tres españoles comprará estos días regalos de Navidad, según el estudio, que también recoge que el 47 % de los encuestados afirma estar dispuesto a pagar un poco más por productos más sostenibles, frente al 53 % que no lo está.
Sin embargo, a pesar de las críticas y dudas de algunos consumidores, el 60 % de los españoles está contento con la existencia del Black Friday, lo que muestra que sigue siendo un evento atractivo para una amplia mayoría, según Idealo.
¿Realmente lo necesito?
Ante la extensión del Black Friday en un mundo globalizado, nació Green Friday, un movimiento de origen difuso aunque con un fin claro: hacer un llamamiento «al consumo con cabeza» frente al consumo desaforado e irracional que predominan en Black Friday y Navidad, han explicado a EFEVerde desde la Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS).
«El problema no es consumir, no se trata de dejar de consumir. El problema está en qué se consume y cómo se consume (…)», según la misma fuente, que ha apuntado que el primer paso de un consumo responsable es preguntarse si realmente necesitas eso que te planteas comprar.
Si la respuesta es sí, el siguiente paso es intentar hacerlo en comercios sostenibles social y ambientalmente y que apuesten por productos de larga durabilidad para que no tengas que volver a consumir lo mismo en un periodo corto de tiempo.
«Esto supone un cambio cultural, el proceso ya está en marcha pero llevará tiempo, el cambio no llegará de hoy para mañana y aunque ya se está produciendo, la duda es si se hará a la velocidad que necesitan el planeta y la propia humanidad», han advertido desde REAS
Reparar y segunda mano
Antes de consumir productos nuevos sostenibles, el consumo responsable aboga por reparar aquellos que se puedan reparar y por comprar artículos de segunda mano, ha apuntado la responsable del área de Biodiversidad de Greenpeace España, Celia Ojeda.
«Este año, se prevé un Black Friday no tan fuerte. Pensaba que habíamos ganado una batalla y que la gente se había dado cuenta de los impactos del consumismo, pero según apuntan algunos expertos, lo que pasa es que hay tantas ofertas y tan seguidas que la gente se está cansando», ha lamentado.
En relación al Green Friday, ha señalado que dentro de las propias marcas sostenibles hay dos corrientes: por un lado están aquellas que dicen que no hay que hacer ofertas estos días y por otro aquellas que abogan por hacerlas para que la gente conozca que hay productos más respetuosos con el medio ambiente.
También hay marcas que, como la firma de moda sostenible Ecolaf, estos días lucen mensajes como: «0% de descuento», «break your habit, not your planet» (rompe tu hábito, no tu planeta) o «#RecyclingBlackFriday» (Black Friday de Reciclaje).
Impulsar
Desde Greenpeace se defiende también la necesidad de facilitar al público el acceso a este tipo de comercios y a empresas de reparación, que ahora «no se ven en las grandes calles comerciales». Una forma de hacerlo sería con ayudas fiscales que las permitan competir contra grandes empresas.
Para promover este tipo de establecimientos, Amigos de la Tierra ha puesto en marcha Alargascencia, un directorio online de establecimientos en los que reparar, alquilar, hacer trueque o comprar segunda mano.
También se están sumando al Green Friday compañías como Ikea, que, entre otras acciones, ofrece estos días a los clientes de Ikea Family tasaciones un 30 % superiores a las estimadas el resto del año por sus productos de segunda mano en un intento de impulsar este mercado.
«La visión de Ikea siempre ha sido crear un mejor día a día para la mayoría de las personas. Ahora, eso significa hacer que la vida sostenible sea más fácil y asequible para todos», han explicado desde la compañía, que defiende que «ser circular es una buena oportunidad de negocio y una responsabilidad».
La crisis climática «nos obliga a todos a repensar radicalmente nuestros hábitos», han aseverado fuentes de Ikea, que han recordado la capacidad de las grandes firmas para inflluir en los hábitos. EFEVerde
atm/al