Dos indígenas vietnamitas, madre e hija, cosen ropa en una zona montañosa.

Soluciones basadas en las montañas para un futuro sostenible: innovación, adaptación y juventud

A lo largo de los siglos, los pueblos de montaña han llevado a cabo múltiples estrategias para adaptarse a su entorno, enfrentarse a las hostilidades del cambio climático, reducir la pobreza y proteger la biodiversidad.

Este año, el Día Internacional de las Montañas se centra precisamente en esa virtud de sus gentes, y de ahí su tema con triple enfoque: «Soluciones basadas en las montañas para un futuro sostenible: innovación, adaptación y juventud«.

La innovación es clave para abordar los desafíos en estas regiones, incluyendo avances tecnológicos y enfoques creativos como la agricultura climáticamente sostenible.

Con el cambio climático, la adaptación se vuelve crucial para aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad, utilizando enfoques basados en la reducción del riesgo de desastres o la integración de conocimientos indígenas.

Por último, la participación activa de los jóvenes es esencial para la sostenibilidad a largo plazo en los entornos de montaña, no solo en cuanto a su aspecto medioambiental, sino en la promoción de empleo de calidad, la formación accesible y las oportunidades de emprendimiento para los jóvenes de estos entornos.

El porqué del Día Internacional de las Montañas

Las montañas son joyas naturales que debemos atesorar. Estos ecosistemas albergan el 15% de la población mundial y aproximadamente la mitad de la reserva de la diversidad biológica del mundo.

Además, suministran agua dulce para más de la mitad de la humanidad, lo que ayuda a sustentar la agricultura y a suministrar energía limpia y medicamentos, y albergan 25 de los 34 puntos críticos de biodiversidad de todo el mundo.

Sin embargo, se encuentran fuertemente amenazadas por el cambio climático, la sobreexplotación y la contaminación, aumentando los riesgos para las personas y el planeta.

A medida que las temperaturas aumentan, los glaciares de montaña se derriten, y los habitantes de las alturas —entre los más pobres del mundo— y las especies de montaña, afrontan mayores dificultades para sobrevivir.

A su vez, la tala de bosques para la agricultura, los asentamientos o la infraestructura puede contribuir en la erosión del suelo de montaña, así como la pérdida del hábitat.

Esta erosión, junto a la contaminación, dañan la calidad del agua que fluye río abajo, así como la productividad de las tierras. De hecho, se estima que la degración de la tierra ya afecta a 311 millones de habitantes de zonas rurales montañosa. De estos, más de la mitad son vulnerables a la inseguridad alimentaria.

Este problema es cosa de todos. 

El Día Internacional de las Montañas 2024, liderado por la FAO, es una plataforma para intercambiar conocimientos, compartir las mejores prácticas y fomentar la acción colectiva. Al adoptar la innovación, la adaptación, el empoderamiento de la juventud y los enfoques colaborativos, podemos allanar el camino hacia un futuro más sostenible y resiliente para las comunidades y los ecosistemas de montaña.

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