Al final de un intenso encuentro lleno de idas y venidas, el Paris Saint-Germain ganó por todo lo alto este miércoles por la noche en el césped del Stade Louis II a los monegascos que cedieron al final del partido (2-4). ¡Una mirada retrospectiva a una victoria que permite a los parisinos continuar con un ritmo infernal en lo más alto del campeonato!
Tres días después de su contundente victoria en el Parque de los Príncipes ante el Olympique Lyonnais (3-1), el Paris Saint-Germain ya estaba de vuelta en la Ligue 1 y en otro gran nombre de Francia: el AS Monaco. Así que para intentar derribar al club del Principado, 3º en la clasificación de la Ligue 1, Luis Enrique decidió alinear una bisagra central formada por su capitán Marquinhos y Willian Pacho, frente a la portería custodiada por Gigio Donnarumma. En las posiciones de lateral, João Neves empezó por la izquierda mientras Achraf Hakimi ocupaba su lugar por la derecha. En el mediocampo, Vitinha se posicionó apoyando a Fabián Ruiz y Warren Zaire-Emery. En cuanto al ataque, estuvo liderado por un trío francés inédito compuesto por Ousmane Dembélé, Bradley Barcola y Désiré Doué.
En un comienzo de partido emocionante, fueron los parisinos los primeros en mostrar peligro a través de Achraf Hakimi, que encontró el poste de Philipp Köhn pegado a sus soportes en un ángulo improbable (4º). En el proceso, fue João Neves quien lanzó a Bradley Barcola por el lado izquierdo y obligó al portero contrario a trabajar (5º). La respuesta monegasca no se hizo esperar, ya que Ben Seghir aprovechó una desviación de Breel Embolo en una transición rápida para lanzar un golpe lejano pero potente ante el que Gigio Donnarumma no tembló (8º). Y menos de diez minutos después, la última muralla parisina ganó su duelo contra Wilfried Singo, que se salvó milagrosamente de una evidente exclusión (17º).
Gravemente herido en la cara, el internacional italiano se vio obligado a ceder su puesto a Matvey Safonov. A pesar de una interrupción que duró varios minutos, París no bajó el ritmo y Achraf Hakimi, de nuevo, se distinguió en la banda derecha antes de servir detrás a Désiré Doué, que cruzó perfectamente su disparo (0-1, 24). Apoyados por un colectivo bien aceitado, los parisinos controlaron el partido con mano de hierro. Y estuvieron cerca de duplicar la ventaja justo antes del descanso: primero con otro fuerte disparo de Achraf Hakimi (42º), luego con un potente disparo de Ousmane Dembélé y repelido por Köhn, tras una magnífica inspiración de Désiré Doué en el área (45º). +4).
Al regresar del vestuario, los locales fueron oportunistas y aprovecharon una mano involuntaria en el área parisina para recuperar el rumbo gracias al penalti convertido por Eliesse Ben Seghir (1-1, 53). Un gol del empate que daría alas a los de Adi Hütter, que se adelantaron a la hora de juego cuando Breel Embolo recortó un centro de Maghnes Akliouche al primer palo (2-1, 60). Un auténtico golpe para los Rojos y Azules, sorprendidos por un equipo monegasco más realista. Entonces fue necesario volver a la lucha por nuestros parisinos, que no se dejaron derrotar, sino todo lo contrario: sólo bastaron unos minutos para que Ousmane Dembélé volviera a igualar al París, tras un gol de Fabián Ruiz que ¡Apenas repelido por Köhn (2-2, 64º)!
El club capitalino puso entonces todas sus fuerzas en un final emocionante y el resultado iba a ser recompensado. Recién entrado en el partido en primera línea del ataque parisino, Gonçalo Ramos voló más alto que la zaga monegasca en un saque de esquina de Lee Kang-In y devolvió la ventaja a su equipo con un cabezazo salvador (2-3, 83). Los monegascos intentaron levantarse, llevados por Akliouche que sirvió sin éxito a Takumi Minamino (85º). Tampoco tuvo éxito Lee Kang-In, que aprovechó un delicioso taconazo de Ousmane Dembélé para disparar con curvatura y finalmente desviado al poste por Köhn (90+2).
Pero fue sólo un aplazamiento para los Rojos y Azules, que sellaron su victoria al final del tiempo añadido gracias a su número 10, esta vez acabando de ajustar al portero del ASM con un balón robado lleno de sangre fría (2-4). , 90+7). La última palabra, por tanto, la tuvo París, que asestó un duro golpe al ganar en el Peñón, tomando así una ventaja de 10 puntos sobre su rival de la noche. Ahora llega el momento de la Copa de Francia para los Rojos y Azules, con el último encuentro del año y un nuevo viaje decisivo en la mira: el de Lens, este domingo a las 21 horas en el marco de la 32ª final de la competición. ¡La cuenta atrás está en marcha!
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