View of Lake Chingaza in Chingaza National Natural Park, in La Calera municipality, near Bogota, taken on June 29, 2023. (Photo by Raul ARBOLEDA / AFP)

El agua aún presenta un panorama desafiante para Bogotá. Aunque en noviembre las lluvias aumentaron las reservas del embalse de Chuza, al pasar del 34,02 al 40,86 %, las cifras han vuelto a descender, llegando al 39,12 % el 16 de diciembre. Los demás embalses de la Sabana han mostrado un comportamiento similar. Esto, sumado a la entrada de la temporada seca, que se prolongará hasta marzo de 2025, pone el sistema de suministro de la ciudad en una situación crítica.

Erasmo A. Rodríguez | Investigador asociado del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotáshare

Los tres primeros meses del año corresponden a temporada seca, por lo que el ahorro de agua será fundamental para mantener las reservas. Foto: Raúl Arboleda / AFP.Los tres primeros meses del año corresponden a temporada seca, por lo que el ahorro de agua será fundamental para mantener las reservas. Foto: Raúl Arboleda / AFP.

El agua aún presenta un panorama desafiante para Bogotá. Aunque en noviembre las lluvias aumentaron las reservas del embalse de Chuza, al pasar del 34,02 al 40,86 %, las cifras han vuelto a descender, llegando al 39,12 % el 16 de diciembre. Los demás embalses de la Sabana han mostrado un comportamiento similar. Esto, sumado a la entrada de la temporada seca, que se prolongará hasta marzo de 2025, pone el sistema de suministro de la ciudad en una situación crítica.

Aunque noviembre trajo estabilidad, diciembre inició con descensos marcados, además de un aumento en el consumo promedio semanal, que alcanzó los 16,22 m³/s, una cifra que, aunque inferior a los niveles previos al racionamiento (17,5 m³/s), demanda atención.

El racionamiento actual ha permitido tener un ahorro mensual de aproximadamente 3,4 millones de metros cúbicos m³ (Mm³) frente a la demanda previa al racionamiento. En este contexto, la Alcaldía Mayor de Bogotá decidió suspender la medida entre el 23 de diciembre y el 6 de enero, aduciendo una disminución de consumo del 5 % durante las festividades, equivalente a 1,1 Mm³. Aunque menor al ahorro logrado con el racionamiento (1,7 Mm³), la medida tiene un impacto social positivo, ya que la diferencia en las reservas sería muy baja (0,27 % de las reservas en Chuza), o lo equivalente a un día de las afluencias a este embalse durante el mes pasado.

En cuanto a las perspectivas climáticas, el informe del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI), publicado el 12 de diciembre, proyecta un 50 % de probabilidades de condiciones neutrales del ENSO y un 50 % de La Niña para el trimestre diciembre-febrero, y para este último caso el regreso a condiciones neutrales a partir de marzo. Así, y de acuerdo con este pronóstico, es posible que durante el primer semestre de 2025 se presenten valores normales de precipitación tanto en el Páramo de Chingaza, en donde la temporada seca normalmente se extiende hasta inicios de mayo, como en la Sabana de Bogotá, en donde la temporada seca va hasta finales de marzo.

De otra parte, la Oscilación de Madden-Julian (MJO), que podría jugar un rol importante en la transición a La Niña, se encontraba a mediados de diciembre en fase subsidente (inactiva), la cual, según los pronósticos del Centro de Predicción Climática (CPC), iría hasta finales de diciembre, resultando en lluvias por debajo del promedio hasta finales del año.

Figura 1: Climatologías en años de El Niño seguidos de condiciones neutrales del ENSO. Fuente: elaboración propia con datos de XM Administradores de mercado eléctrico.Figura 1: Climatologías en años de El Niño seguidos de condiciones neutrales del ENSO. Fuente: elaboración propia con datos de XM Administradores de mercado eléctrico.

Sin embargo, el CPC pronostica una fase convectiva (mayor actividad de nubes y lluvias intensas) de la MJO para el inicio de enero de 2025, que podría reforzar las precipitaciones trayendo buenas noticias para los embalses en las primeras semanas del nuevo año. Reiterando que tanto en Chingaza como en la Sabana de Bogotá los primeros tres meses del año corresponden por naturaleza a una temporada seca, y dado que no se anticipan cambios significativos en las condiciones normales de precipitación para estas regiones —a no ser que se desarrolle La Niña—, la sequía actual se extendería hasta por lo menos finales de marzo.

El día cero

Un primer análisis general de las reservas históricas del embalse de Chuza durante períodos similares al actual muestra una disminución de los niveles en promedio del 35 % entre diciembre y marzo. Los datos de XM, sin clasificación por fases del ENSO, indican caídas promedio del 31,4 % en las reservas durante el mismo período, con variaciones que oscilan entre +3 y -45 %.

Los pronósticos indican que, en el mejor escenario, las reservas aumentarían 3 %, o reducirse hasta un 45 %. Foto: Daniel Muñoz / AFP.Los pronósticos indican que, en el mejor escenario, las reservas aumentarían 3 %, o reducirse hasta un 45 %. Foto: Daniel Muñoz / AFP.

Si se tienen en cuenta los ahorros de agua asociados con el racionamiento del 6 % de las reservas de Chuza entre diciembre y marzo, y asumiendo que dichos ahorros se concentran en este embalse, se podría proyectar la siguiente situación: dado el nivel actual de reservas del 39,12 %, las estimaciones sugerirían que, en el mejor escenario, y con base en información histórica (ya que no se cuenta con pronósticos estacionales), las reservas alcanzarían un 48 % en marzo, superando ampliamente el nivel registrado en ese mes de 2023 (35 %). Sin embargo, en un escenario más plausible, las reservas disminuirían al 14 % hacia finales de marzo. En el peor de los casos, las reservas en Chuza se agotarían, una situación crítica que se debe evitar a toda costa.

Un análisis más detallado para el Sistema Chingaza indica que el “día cero” se alcanzaría en diferentes momentos según el escenario climático y de consumo existente, ya que este está conformado por los embalses de Chuza (volumen útil de 215 Mm³) y San Rafael (volumen útil de 75 Mm³), con reservas útiles al 16 de diciembre de 39,12 % y 78,01 % respectivamente, con un nivel agregado del sistema (ponderación de los volúmenes de ambos embalses) de 49,2 %.

Según las estimaciones realizadas para el escenario más desfavorable, el “día cero” –definido por la administración distrital como el momento en que las reservas totales del sistema lleguen al 36 %– llegaría en la primera semana de febrero, considerando: (i) una demanda cubierta en un 50 % por este sistema, (ii) la suspensión del racionamiento entre el 23 de diciembre y el 6 de enero, (iii) la reanudación del racionamiento a partir del 7 de enero, y (iv) la carencia total de lluvias y aportes.

En un escenario más probable, con niveles de lluvia similares a los de un período histórico seco y afluencias bajas en ambos embalses, el “día cero” se alcanzaría en la segunda semana de marzo. Este panorama es preocupante, considerando que las posibles recuperaciones en el sistema solo comenzarían a principios de abril, con la llegada de la temporada de lluvias en la Sabana.

No obstante, incluso después del “día cero” se mantendrían algunas reservas en el Sistema Chingaza para cubrir parcialmente la demanda. Además, el Sistema Agregado del Norte podría ofrecer un soporte limitado. Aunque este sistema no es capaz de abastecer a toda la ciudad ni de garantizar la demanda completa, sí le permitiría a la población, con racionamientos más estrictos, resistir hasta las temporadas húmedas de abril-mayo en la Sabana de Bogotá y mayo-septiembre en Chingaza, cuando las condiciones hídricas deberían mejorar.

En consecuencia, es poco probable que los racionamientos se levanten en el primer semestre de 2025. Los bajos niveles actuales y la falta de regulación multianual de los embalses hacen necesario aprovechar cualquier oportunidad para aumentar las reservas. Esto no solo permitirá afrontar la situación actual, sino también garantizar condiciones más favorables a futuro.

Figura 2. Demanda total de agua en Bogotá (m3/s) de abril a diciembre de 2024. Fuente: elaboración propia con datos de la Alcaldía Mayor de Bogotá.Figura 2. Demanda total de agua en Bogotá (m3/s) de abril a diciembre de 2024. Fuente: elaboración propia con datos de la Alcaldía Mayor de Bogotá.

La crisis del agua en Bogotá sigue siendo un desafío crítico, especialmente ante las proyecciones climáticas desfavorables. La suspensión temporal del racionamiento sin duda es adecuada, pues busca equilibrar el disfrute de las festividades con la equidad social. Sin embargo, es imperativo que se implementen estrategias agresivas de ahorro, incluyendo por ejemplo restricciones para algunos usos, modificaciones del racionamiento y campañas de concientización ciudadana al inicio del año para mitigar el riesgo de alcanzar niveles insostenibles en los embalses.

A este respecto, una señal muy clara y positiva que los ciudadanos que se queden en Bogotá les podrían enviar a quienes salen de la ciudad durante las festividades, es procurar un ahorro por encima de los niveles actuales en el consumo de agua, con el fin de mostrar que sí se puede, y motivarlos acerca de la necesidad de seguir haciendo un uso racional y adecuado del agua.

Por otra parte, resulta muy importante tener en cuenta que esta crítica situación, que está siendo enfrentada de manera reactiva, a través de las medidas de racionamiento, debe estar acompañada de medidas integrales en el mediano y largo plazo para incrementar la oferta, disminuir la demanda y gestionar de manera proactiva las sequías, que a futuro, y asociado con la variabilidad y el cambio climático, serán más frecuentes e intensas.

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