El remoto pueblo ha experimentado de primera mano los efectos del cambio climático. En las últimas décadas, el mar ha ido erosionando las costas de la isla, provocando grandes desprendimientos cuando se produce una fuerte tormenta.
El remoto pueblo de Shishmaref, en Alaska, de 563 habitantes está situado a 48 kilómetros al sur del Círculo Ártico, flanqueado por el mar Chukchi al norte y una caleta al sur, y sobre una capa de permafrost que se derrite con rapidez. En las últimas décadas, el mar ha ido erosionando las costas de la isla, provocando grandes desprendimientos cuando se produce una fuerte tormenta.
Los residentes de Shishmaref, la mayoría indígenas inupiat de Alaska, han intentado contrarrestar estos problemas, alejando las casas de los acantilados y construyendo barreras a lo largo de la costa norte para intentar parar las olas. No obstante, en julio de 2002, teniendo en cuenta la realidad a largo plazo a la que se enfrenta la isla, votaron por hacer las maletas y trasladar el pueblo a otro sitio.

 

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Sin embargo, la relocalización ha sido mucho más difícil que una simple votación. Y 13 años más tarde, Shishmaref sigue ahí.
La mayoría de las casas no tiene agua corriente ni tuberías, así que el pueblo recoge agua y nieve para reutilizarla y la mayoría de los habitantes se ducha y lava la ropa en las lavanderías públicas. No hay muchos trabajos a tiempo completo, e incluso tener un empleo a tiempo parcial es complicado. Dado el tamaño de la isla, no queda demasiado espacio para nuevas viviendas o infraestructuras. En algunas casas, conviven varias generaciones en estructuras de madera pequeñas de una sola habitación. La mayoría de las familias vive de la caza, la pesca y la recolección de bayas. El pueblo es conocido en la región por producir aceite de foca y esculturas de hueso y marfil, que se venden a los turistas en las tiendas de regalos .
Las fotos antiguas de la isla muestran amplias playas de arena. Los ancianos del pueblo recuerdan jugar al pilla-pilla y al béisbol esquimal en la playa hasta tarde, ya que el sol sigue brillando pasadas las 11 de la noche en pleno verano.
Ahora, estas playas están desapareciendo con rapidez.

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