A new NOAA-sponsored report shows that air temperature in 2015 across the Arctic was well above average with temperature anomalies over land more than 2 degrees Fahrenheit above average, the highest since records began in 1900. Increasing air and sea surface temperatures, decreasing sea ice extent and Greenland ice sheet mass, and changing behavior of fish and walrus are among key observations released today in the Arctic Report Card 2015.
“Now in its 10th year, the Arctic Report Card is a key tool to understanding changes in the Arctic and how those changes may affect communities, businesses, and people around the world,” said NOAA Chief Scientist Dr. Rick Spinrad, during a press conference today at the annual American Geophysical Union Fall Meeting in San Francisco. “The Arctic is warming twice as fast as other parts of the planet, which has ramifications for global security, climate, commerce, and trade. This year’s report shows the importance of international collaboration on sustained, long-term observing programs that provide insights to inform decisions by citizens, policymakers, and industry.”
Las temperaturas en el Ártico alcanzan el nivel más alto de los últimos 115 años. La temperatura media del aire en el Ártico ha alcanzado los 1,3 grados Celsius por encima del promedio, la cifra más elevada desde el año 1900, más aún que la temperatura extrema del 25 de febrero de 2015, cuando la máxima extensión de los hielos marinos se produjo 15 días antes de lo normal, informa la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), agencia científica de Estados Unidos.
“El Ártico se está calentando el doble de rápido que otras regiones del planeta y esto tiene consecuencias para la seguridad mundial, el clima y el comercio. El informe de este año muestra la importancia de la colaboración internacional sobre los programas de observación sostenibles y a largo plazo”, explicó Rick Spinrad, director científico de la NOAA.
El aumento de la temperatura tanto del aire como de la superficie del mar, la reducción de la extensión de los hielos marinos y la capa de hielo de Groenlandia, el cambio del comportamiento de los peces, que se ven obligados a migrar más hacia el norte, y la destrucción del hábitat de las morsas por el derretimiento del hielo son las principales observaciones publicadas por la NOAA.