(@MinAgricultura)-. El Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, y el director de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Fernando Iregui, alertaron a la opinión pública sobre la crisis derivada por el grave daño ambiental que causa la suspensión de la operación de la Hidroeléctrica de El Quimbo.

“Queremos advertirle al país sobre la gravísima situación que se está presentando en la represa de Betania, en donde hay 19 mil toneladas de peces en cultivo. Impedir el flujo de agua tiene consecuencias catastróficas teniendo en cuenta el proceso de descomposición de la materia orgánica que representa un veneno para los peces”, explicó el Ministro Iragorri.

Vale recordar que recientemente la Corte Constitucional declaró inexequible el decreto presidencial que permitió iniciar el llenado del embalse de la hidroeléctrica El Quimbo.

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El Ministro indicó que la producción piscícola en el Huila lleva cerca de 30 años y se ha posicionado como la región productora más importante del país, de allí se exporta el 80% de los peces de agua dulce hacia Estados Unidos.

Con el cierre del flujo de agua, actualmente sólo están llegando 36 metros cúbicos por segundo de un caudal recomendado de 160 m3/seg, el que Emgesa debería garantizar durante la época de llenado y que ahora proviene del río Páez.

“Hacemos un llamado de alerta al país pues esta situación se agrava aún más con el fenómeno del niño, que ya inició su fase crítica en términos de disponibilidad de agua para el embalse de Betania”, agregó el jefe de la cartera agropecuaria.

La puesta en marcha de las turbinas de El Quimbo genera la oxigenación necesaria para garantizar la vida de la fauna y flora de la región, la suspensión afecta gravemente el empleo y la seguridad alimentaria de los productores de la zona.

“Si no se permite el flujo de agua de El Quimbo hacia Betania, cuando se abra, en los meses en que dure frenado el proceso judicial, el agua quedará envenenada y sin oxigeno, va a matar a todos los peces de la represa lo que generará pérdidas monumentales y la muerte no sólo de las cultivos sino de todos los peces nativos que bajan por el Magdalena”, dijo.

“Cada día que pasa es más grave, sigue disminuyendo la cantidad de agua y no es posible que acabemos de un solo tajo con la producción piscícola más importante del país, con las consecuencias que conlleva derivados en los problemas de salud y ambientales para la región, advirtió el jefe de la cartera agropecuaria.