En todo el mundo, la contaminación atmosférica interior contribuye al fallecimiento de 4,3 millones de personas al año. Un 13% de ellos son niños menores de cinco años, y el 50% de sus muertes se atribuyen a neumonías causadas por las partículas suspendidas en el aire.
En Mongolia, las tres enfermedades que han causado la mayor parte de muertes prematuras del país están relacionadas con la contaminación atmosférica. La infección respiratoria aguda de las vías bajas y, en particular, la neumonía, son unas de las principales causas de muerte entre niños menores de cinco años. Además, se ha comprobado que el funcionamiento pulmonar de los niños que viven en los distritos más contaminados de Ulan-Bator es peor que el de los que viven en zonas rurales, lo cual entraña riesgos de padecer una enfermedad respiratoria crónica cuando son mayores.
En Ulan-Bator, Mongolia, niños como Nandin-Erdene respiran un aire tan espeso por la contaminación que no pueden diferenciar los colores de los semáforos. A continuación descubrirá lo que significa la calidad del aire para la salud de los niños y podrá informarse sobre las medidas que UNICEF y sus aliados están llevando a cabo para acabar con el problema de la niebla tóxica.
“Cuando voy a la escuela, hay mucha niebla y no se ve nada. Por las mañanas, cuando voy de camino a la escuela y tengo que cruzar la calle, no sé si la luz está verde o roja”, explica Nandin-Erdene, con las mejillas sonrojadas por el frío.
Esta niña de nueve años vive con sus padres y sus hermanos en un barrio de yurtas, en una zona de Ulan-Bator, la capital de Mongolia, que no se beneficia de la planificación urbana ni de los servicios más básicos. Al igual que otros 200.000 hogares de las zonas periurbanas, la familia de Nandin-Erdene quema carbón crudo para calentarse y cocinar durante el invierno, cuando las temperaturas pueden llegar a caer hasta los -40 °C.
La combustión del carbón y los altos índices de humo producen una contaminación interior y exterior considerable, una espesa cortina que Nandin-Erdene intenta atravesar para cruzar la calle.
El aire que respira Nandin-Erdene
Estudiantes como Nandin-Erdene respiran aire enormemente contaminado no solo en la calle, sino también en la escuela y en su hogar.
Ulan-Bator es una de las 10 ciudades más contaminadas del mundo. Los niveles de contaminación atmosférica en la yurta han alcanzado niveles peligrosos: unos datos publicados en 2011 mostraban que el nivel de las finas partículas suspendidas en el aire, denominadas PM 2,5, y que exponen a los niños al peligro de contraer infecciones respiratorias, suele ser seis o siete veces más alto que lo permitido por las normas de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, en diciembre este nivel máximo puede llegar a aumentar hasta 25 veces más de lo permitido.
Por Enkhzul Altangerel, Unicef.org