Este año, las celebraciones del Día Mundial del Medio Ambiente las organiza Angola, un país que busca restaurar sus manadas de elefantes, conservar la vida silvestre rica en biodiversidad de África y salvaguardar el medio ambiente, a medida que continúa su reconstrucción después de más de un cuarto de siglo de guerra civil.
El tema para el DMMA 2016 es la lucha contra el comercio ilegal de especies silvestres.
”Angola se complace en ser la sede del Día Mundial del Medio Ambiente, el cual se centrará en un tema muy cercano a nuestros corazones», dice la Ministra del Medio Ambiente de Angola, Maria de Fátima Jardim. «El comercio ilegal de especies silvestres, en particular el comercio de marfil y de cuernos de rinoceronte, es un problema importante en todo nuestro continente. Mediante la celebración de este día para la sensibilización, nuestro objetivo es enviar un mensaje claro de que estas prácticas pronto serán erradicadas.”
Angola cuenta con muchos activos ambientales, entre los que se incluyen una costa virgen, así como una gran cantidad de bosques y pastizales comparables a aquellos que atraen a muchos turistas a los países vecinos de Namibia y Zambia.
La fauna del país incluye leones, espectaculares simios y antílopes sable gigantes, una especie en peligro de extinción que sólo se encuentra en Angola y que está clasificada como una especie en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se espera que el Gran Censo de Elefantes dé a conocer los resultados de su encuesta en Angola en los próximos meses. Entre las aves se incluyen los loros grises africanos, cuyo declive en todo el continente es ampliamente atribuido a su recolección ilegal para el comercio con mascotas.
El gobierno ha lanzado recientemente una serie de iniciativas para mejorar la conservación y endurecer la aplicación de la ley.
Para demostrar su compromiso para frenar la caza furtiva de elefantes, Angola presentó el año pasado un Plan de Acción Nacional sobre el Marfil como parte de su membresía en la CITES, la convención Internacional organizada por el PNUMA diseñada para impedir el comercio de animales y plantas silvestres en peligro de extinción.
El plan incluye importantes sanciones para la caza furtiva y el tráfico de marfil y una actividad policial más organizada, donde se incluye una formación más exhaustiva para los guardas forestales y el establecimiento de una unidad de delitos contra la naturaleza en el aeropuerto internacional de la capital, Luanda.
En marzo, los funcionarios presentaron un proyecto de ley que prohíbe la venta de marfil, una medida que pondría fin a la venta libre de artefactos de marfil en el famoso mercado Benfica de Luanda.
Angola también está discutiendo la creación de varias áreas de conservación transfronterizas de gran extensión, incluyendo una que incluiría el delta del Okavango en Botswana, muy rico en fauna , y otra que incorpora a la Costa de los Esqueletos de Namibia.
Angola hace frente a este ambicioso programa y al papel de alto perfil como anfitrión del DMMA – al tiempo que continúa su reconstrucción después de una larga y perjudicial guerra civil que terminó todavía en el año 2002.
El país puede observar otros países africanos, especialmente aquellos que se destacan por sus destinos de safari, y los enormes ingresos que obtienen del ecoturismo para apreciar el valor de salvaguardar el medio ambiente y proteger las especies icónicas frente a la caza furtiva y el tráfico ilegal.
Mientras que el crimen organizado se involucra cada vez más en este tipo de comercio, los expertos también advierten que el tráfico amenaza a su vez con aumentar la corrupción y la inseguridad en los países de origen.