Por: Hugo Andrés Arévalo González, Unimedios Palmira
En los bosques secos tropicales del Valle del Cauca, cinco especies silvestres familiares de la pitahaya, la papayuela, la papaya y el chontaduro están en alto riesgo de desaparecer, debido a la tala de árboles, minería, ganadería, entre otros cambios en el uso del suelo.
En Colombia existen seis zonas de bosque seco tropical: en el Caribe, la región oriental, el cañón del Chicamocha, la zona interandina del Cauca y el Magdalena y en el valle del río Patía, caracterizados por ser de tierras bajas y susceptibles a un déficit de lluvias.

El informe Bosques secos tropicales en Colombia, publicado por el Instituto Humboldt, destaca que estos tienen aproximadamente 2.600 especies de plantas, de las cuales 83 solo existen en el país; de 230 especies de aves, 33 son exclusivas de la nación; y de 60 especies de mamíferos, tres son endémicos. Además, prestan servicios para las comunidades humanas, como regulación hídrica, retención de suelos y captura de carbono, que regula el clima y la disponibilidad de agua y nutrientes.

“Originalmente este ecosistema cubría más de nueve millones de hectáreas (ha), pero debido a prácticas como como ganadería, minería, producción agrícola, turismo y desarrollo urbano, quedan en la actualidad apenas un 8 % (alrededor de 720.000)”, afirman los autores del informe.

Tal panorama ha convertido el bosque seco tropical en uno de los ecosistemas más amenazados en el país. Una investigación adelantada por la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Palmira concluyó que cinco especies de plantas silvestres se encuentran en alto riesgo de desaparecer, de los 93 remanentes o vestigios de estos ecosistemas ubicados en el valle geográfico del río Cauca.

Una de ellas es Bactris gasipaes, familiar del chontaduro conocida como chinamato, que mide entre 12 y 15 metros (m), habita áreas húmedas cercanas a cauces de quebradas y ríos o en zonas de ladera entre bosques, potreros o rastrojos altos, característicos de ecosistemas secos y húmedos entre los 30 y 1.800 metros sobre el nivel del mar (m s.n.m.).

De esta se detectaron 73 plantas adultas en diversas localidades estudiadas, entre ellas Cartago, Ulloa y Alcalá en el norte del Valle del Cauca, Anserma Nuevo y La Unión en el piedemonte de la cordillera Occidental, el cañón del río Garrapatas, el municipio de San Pedro en el piedemonte de la cordillera Central, en los municipios de Pereira y La Virginia a orillas del río Cauca y la cuenca media del río Cauca en Belalcázar.

También, fue hallado Hylocereus lemairei, pariente de la pitahaya. Se trata de un cactus epífito (vive sobre otras especies sin parasitarlas, como las orquídeas) que se distribuye desde los 30 a los 1.600 m s.n.m. De esta especie fueron identificados 60 individuos adultos en 14 zonas. Otro cactus identificado fue el H. undatus, el cual habita entre los 10 y los 1.800 m s.n.m., del que se reportaron 42 muestras adultas en ocho espacios evaluados.

Del mismo modo, Vasconcellea cauliflora y V. goudotiana, familiares de la papaya y papayuela, respectivamente; descritas como arbustos entre tres y cinco metros de alto, con frutos carnosos de color amarillo. Se les puede encontrar entre 10 y 1.800 m s.n.m. Para la primera, fueron registradas cuatro individuos adultos en tres localidades evaluadas; mientras que la segunda, endémica de Colombia, contó con 11 ejemplares en cinco zonas de estudio.