Los gobiernos y la comunidad internacional deben intensificar con urgencia sus esfuerzos conjuntos para evitar más sufrimiento humano, fortalecer la resiliencia y salvaguardar los medios de subsistencia tras los efectos devastadores de El Niño en todo el mundo.
Así lo expresaron hoy la FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que también llamaron a preparar a las comunidades frente a la posible aparición del fenómeno La Niña.
Se calcula que más de 60 millones de personas en el mundo padecerán inseguridad alimentaria debido al impacto de El Niño.
Los tres organismos instaron también a una mayor preparación ante la posible llegada de La Niña, un evento climático estrechamente relacionado con el ciclo de El Niño, que ya ha tenido graves consecuencias sobre la agricultura y la seguridad alimentaria.
El Cuerno de África, África austral, el Corredor Seco Centroamericano, las islas del Caribe, el Sudeste asiático y las islas del Pacífico han sido las regiones más afectadas.
La Niña aumentaría la probabilidad de precipitaciones superiores a la media e inundaciones en las zonas afectadas por la sequía originada por El Niño, mientras que, de forma inversa, será más probable que haya sequías en zonas que resultaron inundadas debido a El Niño.
La ONU estima que si no se toman las medidas necesarias, la cifra de damnificados por el impacto combinado de El Niño y La Niña podría superar los 100 millones de personas.
Para coordinar las respuestas a estos retos y movilizar a la comunidad internacional, los tres organismos de la ONU y sus socios se reunieron hoy en su sede en Roma, donde señalaron que se requieren casi 4 000 millones de dólares para atender las necesidades de ayuda humanitaria de los países afectados por El Niño, y que casi el 80% de estos fondos están destinados a apoyar la seguridad alimentaria y las necesidades del sector agrícola.