Las islas del Caribe tienen una de las mayores concentraciones de biodiversidad en el mundo. El bienestar de la población depende de la gestión sostenible de sus ecosistemas y servicios, lo cual es esencial para enfrentar problemas asociados a la calidad del ambiente como pobreza, desigualdad y conflictos socio-económicos.
Gracias a la financiación de la Unión Europea, un ambicioso proyecto apoyado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, está preparando el camino para la conectividad biológica entre ecosistemas y hábitats en el Caribe.
El Corredor Biológico en el Caribe, CBC, que dio inicio en enero de 2010 con una declaración política de los ministros del ambiente de Cuba, Haití y República Dominicana, pretende hacer una contribución importante a la conservación a largo plazo de la biodiversidad basándose en la conectividad de ecosistemas entre los países y más allá de los límites políticos.
La primera fase del proyecto concluyó en el año 2014, después de lo cual la Unión Europea dio su aprobación para una fase de transición del proyecto entre enero de 2015 y junio de 2016 enfocada en República Dominicana. Actualmente se encuentra en discusión una segunda fase del CBC (2017-2020) entre los tres países implicados, la Unión Europea, y el PNUMA. La Unión Europea proporcionó 2.774.835 euros para la primera fase.
Los ecosistemas terrestres en el Caribe están bajo la amenaza de la actividad humana, hecho que ha empeorado en los últimos años debido a la alta densidad de la población, la expansión agrícola, la minería y la pobreza, que llevan a la población o a las empresas a explotar el entorno natural en ausencia de alternativas para su sustento y de políticas de desarrollo sostenible a largo plazo.
Cuba, Haití y República Dominicana son países vulnerables a huracanes y a tormentas tropicales. El terremoto de 2010 en Haití causó una destrucción masiva, al igual que el Huracán Sandy en 2013, en particular en el sur de Cuba, un área principal del CBC. Un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, señala que el Caribe debe prepararse para un aumento de las sequías debido al cambio climático. El contexto operacional es por lo tanto desafiante.
Una evaluación oficial de junio de 2015 del proyecto recomendaba, entre otros puntos, un mayor énfasis en la conectividad y en el rol del corredor biológico en el logro de los objetivos nacionales y regionales de conservación y de desarrollo sostenible, el fortalecimiento de la Iniciativa del CBC como marco de planificación y de toma de decisiones a nivel nacional y subregional, y una contribución clara y manifiesta de la Iniciativa CBC a los compromisos y acuerdos globales y regionales.
La evaluación de 2015 también recomendaba “el fortalecimiento de la Iniciativa CBC como plataforma de planificación y de toma de decisiones, con vínculos funcionales a sistemas y bases de datos nacionales relevantes, zonificando prioridades en base a la información disponible (mapas de delimitación del CBC, Áreas Claves de Biodiversidad, Áreas Importantes de Biodiversidad y Aves y sistemas de áreas protegidas, entre otros)”.
Fase de transición
Una fase de transición del proyecto del CBC se llevó a cabo desde enero de 2015 a junio de 2016 y fue financiada por la Unión Europea con un aporte de 300.000 euros junto con contribuciones en especie de Cuba y de República Dominicana. Se tituló Fortalecimiento de las capacidades del Ministerio de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales de República Dominicana en la planificación y desarrollo de acciones en la conservación de la diversidad biológica con impacto regional, dentro del marco de la Iniciativa del Corredor Biológico en el Caribe.
Una evaluación preliminar de mayo de este año reportó que los actores clave del proyecto están de acuerdo en “que este proyecto ha transformado la Iniciativa CBC de forma positiva, y ha fortalecido su identidad como iniciativa regional, conduciendo, en particular, a la adhesión formal de Puerto Rico. Esto también ha permitido al CBC operar como plataforma de cooperación, lo cual ha sido especialmente útil para el diseño de proyectos de cooperación binacional entre República Dominicana y Haití”.
Uno de los logros del proyecto fue la adopción por parte del Ministerio de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales de República Dominicana, MARENA, de una innovadora herramienta de planificación que incorpora la visión regional de la conservación de la biodiversidad. Otro fue la identificación de entre 3 y 5 sitios principales (el trabajo sigue en curso) para áreas marinas y costeras de conservación en República Dominicana. Como afirma uno de los representantes del MARENA entrevistado para la evaluación final, “este proyecto y el trabajo de la Secretaría del CBC durante el pasado año han ayudado a crear una cultura y un impulso de cooperación”.
Una de las conclusiones del informe fue que “el CBC no es lo suficientemente conocido en la región y se debe dar a la comunicación un lugar más prominente en el diseño de proyectos futuros”.
Grandes expectativas
La segunda fase del CBC (2017-2020), actualmente en discusión, pretende transformarlo para que pase de ser un proyecto a ser una institución permanente, algo que requerirá de una mejor gobernanza, capacidad y financiación.
Esta nueva fase procurará construir y demostrar vínculos positivos significativos entre conservación, conectividad, medios de subsistencia y reducción de la pobreza por medio de actividades de campo seleccionadas y un programa de comunicación con objetivos específicos.
Con el proyecto se pretenden poner en funcionamiento varias asociaciones entre gobiernos y el sector privado en cada país para extender el impacto de la conservación de la biodiversidad. Además, los sistemas nacionales de información de biodiversidad se enlazarán a un sistema integrado en línea de gestión del conocimiento del CBC para brindar un mayor apoyo a la toma de decisiones a nivel nacional y con una perspectiva regional.
Para el final del proyecto, se espera lo siguiente: se habrá firmado al menos una estrategia regionalmente armonizada y tres acuerdos binacionales o trinacionales interministeriales; todo o parte del programa regional de formación y de capacitación habrá sido incorporado en los programas nacionales de formación de, por lo menos, cuatro instituciones en países participantes; y el porcentaje de áreas terrestres, marítimas y costeras bajo la visión del CBC (p. ej. la conectividad) habrá aumentado en un 10%.
La segunda fase del proyecto contará con la asistencia del PNUMA para su implementación y con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, el Ministerio de Ambiente de la República de Haití y el Ministerio de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales de República Dominicana. Organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y el sector privado también participarán en el proyecto, harán aportes y se beneficiarán del mismo.
La Iniciativa CBC comenzó con una declaración de intenciones al más alto nivel político y transformó su visión en acción sobre el terreno con compromiso técnico y empoderamiento de los equipos de país. Y ha continuado sin prisa, pero sin pausa. El próximo año el proyecto iniciará una nueva fase que tiene como meta una mayor extensión y consolidación. El PNUMA está deseoso por dar acompañamiento y servir a los países en este desafiante emprendimiento.