Buenos Aires (EFEverde).- Cuatro lechuzones orejudos del zoológico de Buenos Aires, cuyo cierre se anunció en junio pasado, comenzaron hoy su proceso de adaptación y entrenamiento para la liberación a su hábitat natural.
Las aves rapaces oriundas del sur y el centro del continente americano fueron trasladadas del zoológico a la Reserva Ecológica de la ciudad en una jaula chica, desde donde pasaron a una en forma de “túnel”, donde comenzarán a volar y desarrollarán su musculatura.
Posteriormente, pasarán a una más grande, donde aprenderán a conseguir su propia comida, ya que, según el ministro de Modernización de la ciudad de Buenos Aires, Andy Freire, “si el animal se liberara hoy, no sabría cómo conseguir alimento”.
Aves confinadas :
Las aves estuvieron acostumbradas a vivir confinadas a espacios muy pequeños y a ser alimentados por cuidadores o visitantes del parque zoológico, por lo que cuando completen el aprendizaje podrán ser liberados para que vivan en su hábitat natural.
Las autoridades calculan que el proceso durará un mes: “Esto es un proceso lento, con tiempos animales y no ingenieriles“, aclaró Freire.
El lote de aves que seguirá a continuación, formado por 42 ejemplares más, incluye también chimangos, jotes y lechuzas vizcacheras, especies que se pueden encontrar principalmente en Latinoamérica.
La transformación del zoológico de Buenos Aires terminará con el traslado de los mamíferos y reptiles, que completarán los 1.500 animales que habitaban en el lugar.
Zoológico insostenible y antiguo :
Para el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, este primer paso se trató de terminar con un modelo de zoológico “insostenible” y “antiguo”.
La estatización y el cierre del zoológico de Buenos Aires fue anunciado el 23 de junio pasado junto con el plan de creación de un Ecoparque que albergará a aquellas especies que no puedan ser liberadas a su hábitat natural por cuestiones de riesgo para su salud.
La gestión estará a cargo de la Unidad de Proyectos Especiales, formada por decenas de especialistas, y los antiguos empleados del zoo serán reincorporados el Ecoparque.
Todavía no se conoce dónde será el nuevo enclave para los animales pero sí se sabe que se cobrará la misma entrada de 190 pesos (unos 12,8 dólares).
Sin embargo, su valor “no será destinado a un concesionario privado” sino al “bienestar de los animales”, tal como aclaró Freire.
El funcionario finalmente informó la reapertura del zoo durante las vacaciones de invierno en Argentina, que se celebran durante julio, pero con un cupo máximo de visitantes: 2.000 para el primer día de reinauguración, el 16 del corriente mes. EFEverde