Stanford, CA, EE.UU. – Johanna Konta produjo un gran actuación en el Bank of the West Classic para derrotar a Dominika Cibulkova y avanzar a la primera final de su carrera.

Demostrando todo el porte que ha caracterizado a su rápido ascenso en los últimos 12 meses, Konta superó a la campeona del 2013 Cibulkova desde el primer punto hasta el último triunfando por 6-4, 6-2 en una hora y 14 minutos.

Una imagen de calma en todo, Konta no pudo ocultar sus emociones cuando Cibulkova envió un revés largo en pelota de partido, gritando de alegría. «Es una liberación de emociones, porque sentí que tenía que hacer un muy buen trabajo de centrarme en mí misma, en mi propio juego. Y yo estaba muy feliz de haber sido capaz de hacer eso y eso es lo que sucede cuando se intenta mantener la calma durante tanto tiempo», dijo a Andrew Krasny en la pista.

«Yo estaba tratando de centrarme sólo en lo que estaba pasando en la pista y en nada más. Me gustó estar aquí, jugando frente a un gran público y estoy emocionada de volver mañana».

Esta vez el año pasado se había embarcado en una racha de 16 partidos que comenzó en el Circuito ITF y finalizó en la segunda semana del Abierto de Estados Unidos.

A su regreso Konta ha parecido en cada paso la jugadora del Top 20, y a juzgar por su forma contra Cibulkova aún podría subir más. Un excelente reto de derecha le dio el break temprano, y con su propio servicio impenetrable que era una ventaja que nunca parecía derrochar.

El segundo set fue aún más impresionante, Konta concediendo sólo dos puntos con su servicio mientras cruzó la línea de meta. Ella es la tercera británica en disputar la final en Stanford – Sue Barker derrotó a Virginia Wade para el título en 1977 – y allí se enfrentará a la dos veces campeona Venus Williams.

Llevando el impulso que cogió en Wimbledon con ella a través del Atlántico, Williams ha estado en buena forma esta semana. Y durante más o menos la primera media hora de su semifinal contra Alison Riske, parecía alcanzaría la 80ª final de su carrera a medio galope.

El espíritu de lucha de Riske aseguró que el segundo set fuese mucho más competitivo, pero a pesar de tener un par de pelotas de ser ella fue incapaz de evitar que Williams ganara, 6-1, 7-6 (2).