Efeverde.- El concurso «Colosos de la tierra» quiere condecorar cinco ejemplares de especies nativas de la región oriental de Paraguay para fomentar el vínculo entre el hombre y la naturaleza, con un trasfondo de crítica hacia la deforestación del territorio
Los cinco árboles ganadores, que se conocerán el próximo jueves, son el resultado de una selección de entre 261 ejemplares cuyos datos fueron presentados por ciudadanos a la quinta edición del concurso, promovido por la ONG “A Todo Pulmón Paraguay”.
Entre los “colosos” que superaron la criba, se encuentra un árbol con 600 años de antigüedad, “de antes de los conquistadores”, en referencia a la llegada a Paraguay de los españoles, dijo a Efe el director ejecutivo de A Todo Pulmón Paraguay, Víctor Ibarrola.
Ibarrola explicó que un equipo de 50 personas, entre ellos expertos de las universidades más importantes de Paraguay, hicieron un recorrido de más de 2.200 kilómetros durante cinco días por la región oriental para cerciorarse de que las medidas de los árboles finalistas eran las correctas.
20 metros de altura
El concurso establece un mínimo de 20 metros de altura o más de tres metros de diámetro en el tronco para que los árboles opten al título de “colosos”.
En cada una de las 18 localizaciones donde había un árbol finalista, ya fuera en una comunidad, en el patio de una casa o en mitad de la carretera, los habitantes colaboraron con los organizadores aportando datos que derivaron en múltiples historias.
“Comenzamos a sorprendernos de que la gente contaba muchas historias vinculadas con sus abuelos, tatarabuelos, sus padres”, afirmó Ibarrola.
Agregó que las experiencias frente a los árboles y junto con las personas que los cuidaron, los regaron y se cobijaron bajos sus hojas, les hizo percatarse de la fuerte relación aún existente entre las personas y la naturaleza.
“Cuando salimos más de las ciudades vemos que el medioambiente y las personas no son cuestiones separadas. La gente lo tiene totalmente conectado”, explicó.
“Mucha gente nos dijo que les ofrecieron dinero por sus árboles, pero no los vendían”, añadió.
Ibarrola dijo que se sorprendió de “esa conciencia que tienen personas, muchas veces muy humildes del campo y sin educación a veces, es la verdadera riqueza. Esos testimonios quedan”.
Destacó que este concurso, que se creó en 2012 como medida de presión para salvar la vida de un árbol de 200 años que iba a ser talado, es un llamado a la población para concienciar sobre el medio ambiente y la deforestación que sufre el país.
Cada año se pierden 325.000 hectáreas de árboles
La actual tasa de deforestación sitúa a Paraguay como el sexto país del mundo con mayor reducción de bosques, con la pérdida de unas 325.000 hectáreas anuales, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Ello pese a que en la Región Oriental, donde se enfoca esta edición del concurso, está prohibida la tala de árboles desde 2004 a través de la Ley de Deforestación Cero.
Ante esa realidad, el concurso funciona como “una propuesta alternativa para luchar contra la deforestación, pero de manera creativa y positiva”, dijo Ibarrola.