El visón europeo no es ni invasor ni exótico, pero sí el mamífero más amenazado de Europa, y puja por sobrevivir y por la supremacía frente al americano gracias al esfuerzo de varias comunidades y organizaciones conservacionistas.
La empresa pública Tragsatec, las diputaciones forales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, el Ayuntamiento de Vitoria, los gobiernos regionales de La Rioja, Aragón y la Comunidad Valenciana, el Parque de Naturaleza Senda Viva (Navarra) y la Asociación Visón Europeo se han implicado en el proyecto europeo Life Lutreola Spain.
El proyecto, que se prolongará hasta el año 2018, pretende mejorar la situación del visón europeo (Mustela lutreola) en España, donde se encuentra una de las últimas poblaciones naturales y la que tiene mayor viabilidad de sobrevivir.
Se suma además a otra iniciativa, el proyecto europeo “Territorio visón”, que se ha ejecutado en Navarra durante los últimos años para mejorar y recuperar los hábitats que usa el visón europeo en los ríos Aragón y Arga, donde se concentra una de las poblaciones más importantes de España.
En la actualidad, además de la española, solo sobrevive una pequeña población en el Delta del Danubio (entre Rumanía y Ucrania) y posiblemente pervivan pequeños núcleos, muy fragmentados, en algunos lugares de Francia y de Rusia.
Como para otros animales autóctonos (el desmán ibérico o el turón) la principal amenaza del europeo es el invasor y exótico visón americano, por lo que el objetivo principal del proyecto es la erradicación de éste en ese corredor entre el Cantábrico y el Mediterráneo.
Mirenka Ferrer ha incidido en la importancia de ser “prudentes” en cualquier proyecto de conservación, sobre todo cuando se trata de una especie tan vulnerable y que está en “peligro crítico”, pero es optimista ante algunos resultados -sobre todo los referidos a la erradicación del visón americano- que ya se están obteniendo.
La responsable del proyecto ha explicado en ese sentido que se está aplicando por primera vez en España de forma masiva una metodología para erradicar al americano -ya usada en otros países como el Reino Unido- que permite augurar una eliminación prácticamente completa en las zonas que ocupa el europeo.
Además de erradicar al visón americano, el proyecto pretende “unir” genéticamente las poblaciones que existen en los dos extremos de Europa, que comparten la misma base genética, y la cría en cautividad de ejemplares para su posterior reintroducción, con el fin de reforzar los núcleos más vulnerables.
Este pequeño mustélido se ha enfrentado a la alteración de cauces y márgenes de los ríos, a la destrucción de la vegetación de ribera, a la desecación de zonas húmedas y a la contaminación del agua, circunstancias que han dañado la calidad del hábitat en el que vive y que han aumentado su vulnerabilidad.
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