El Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono centra la mirada este año en su recuperación. Según un estudio científico reciente, esta manta alrededor de la Tierra está comenzando a sanar gracias al esfuerzo concertado de la comunidad internacional para eliminar las sustancias que la agotan.
La recuperación de la capa de ozono, en el marco de las acciones emprendidas en el Protocolo de Montreal, es uno de los mayores éxitos en la protección del medio ambiente. Hasta la fecha, más de 98% de los productos químicos que adelgazan esta capa se han eliminado a nivel mundial. Los científicos esperan que el agujero de ozono antártico vuelva a los niveles anteriores a 1980 hacia la mitad de este siglo.
Bajo el lema “El ozono y el clima: restaurados por un mundo unido”, el próximo 16 de septiembre se conmemorará el Día Internacional en diversas ciudades del mundo, entre ellas varias latinoamericanas.
En Colombia, se celebrarán las primeras olimpiadas ambientales para técnicos en aparatos de refrigeración y aire acondicionado. En el caso de Costa Rica, se llevará a cabo un foro que analizará el reto que representa la introducción de nuevas tecnologías en estos productos. Por su parte, en Guatemala, se premiará a los ganadores de un concurso de dibujo infantil y se realizarán capacitaciones sobre la capa de ozono entre el 12 y el 16 de septiembre.
Venezuela organizará una caminata en pro de la protección de la capa de ozono el 16 de septiembre, con el apoyo de diversas organizaciones internacionales y de la sociedad civil. En Brasil, se lanzará la segunda etapa del Programa Nacional de Eliminación de los Hidrofluorocarbonos, HFC, y, en República Dominicana, se impartirá un taller a técnicos del sector sobre tecnologías para refrigeración y climatización alternativas a los HFC.
Uno de los desafíos del Protocolo de Montreal es precisamente reducir el uso de los HFC, potentes gases de efecto invernadero. Ministros y representantes de alto nivel se reunieron en Viena el pasado mes de julio para, entre otros, debatir la aprobación de una ambiciosa enmienda al Protocolo para detener el rápido crecimiento de estos gases y buscar alternativas.
Una disminución gradual de HFC evitaría 0,4°C de calentamiento para el 2100, una contribución fundamental a la mitigación del cambio climático y a la aplicación del Acuerdo de París para mantener el aumento de la temperatura global por debajo del peligroso límite de 2°C este siglo.