Una conferencia internacional sobre cómo lograr unos océanos saludables y sostenibles ha aplaudido el creciente respaldo a un innovador acuerdo internacional contra la pesca ilegal, que ha sido negociado por la FAO.

El Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto destinadas a prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (PSMA, por sus siglas en inglés), es fruto de años de intensas negociaciones, y entró finalmente en vigor el pasado junio.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en su intervención en la conferencia Nuestro Océano en Washington, destacó la necesidad de “actuar con valentía” para hacer frente a la creciente amenaza que suponen diversos acontecimientos actuales.

Entre ellos los cambios peligrosos en nuestro clima -motivados principalmente por la actividad humana-; las zonas muertas en nuestros océanos -debidas fundamentalmente a la contaminación que originamos en tierra firme-; las prácticas pesqueras no sostenibles; y las zonas marinas no protegidas, donde valiosas especies y ecosistemas enteros están en peligro.

Describiéndola como una señal “alentadora” de los gobiernos del mundo, el Secretario de Estado de EEUU, John Kerry, alabó el progreso que supone el PSMA. Mientras que en 2014 solamente 10 países habían ratificado el acuerdo -jurídicamente vinculante-, actualmente ya lo han suscrito más de 60.

Cuando pedimos pescado o marisco en un restaurante, la carta no refleja la cruda realidad: un tercio de las poblaciones de peces del mundo están sobreexplotadas y casi la totalidad restante está siendo explotada al límite, aseguró Kerry a los participantes de la conferencia.

Además, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) supone a nivel mundial un coste de decenas de miles de millones de dólares al año y, como destacó el Secretario de Estado, estas actividades suelen estar asociadas a “graves violaciones de los derechos humanos”.

“Los buques pesqueros que operan al margen de la ley –dijo-… a veces utilizan a trabajadores esclavos para lograr capturas más abundantes y mayores beneficios”.

En virtud del PSMA las partes designan puertos específicos para los buques extranjeros, facilitando así los controles. Estos barcos deben solicitar permiso con antelación para entrar en los puertos, y proporcionar información a las autoridades locales, incluyendo la relativa al pescado que llevan a bordo, permitiendo además la inspección –entre otros aspectos- de su libro de registro, las licencias, las artes de pesca y la carga real que transportan.

Es importante destacar que el acuerdo insta a los países a denegar la entrada o a inspeccionar los buques implicados en la pesca INDNR, y adoptar las medidas necesarias. Para ello, el PSMA también recoge la obligación de que las partes compartan información a nivel regional y mundial sobre cualquier barco que se sepa realiza actividades de pesca INDNR.

El PMSA es aplicable a cualquier uso de un puerto, de forma que los barcos tendrán que cumplir con los requisitos de inspección incluso si solamente están repostando.

Al intervenir en la conferencia Nuestro Océano el Director General de FAO, José Graziano da Silva, elogió a los países que han suscrito el tratado, e invitó a los demás a seguir el ejemplo y “embarcarse” en esta iniciativa, añadiendo: “ahora tenemos que centrarnos en asegurar que su implementación sea rigurosa y efectiva”.

“De lo contrario”, advirtió, “los buques que pescan de forma poco escrupulosa seguirán encontrando la manera de llegar a puerto e introducir sus capturas ilegales en los mercados”.

“No permitamos que ningún Estado del puerto del mundo –dijo- sea conocido como lugar de cobijo para incumplir las leyes frente a nuestros esfuerzos para combatir la pesca ilegal”.