La relatora especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Hilal Elver, advirtió que el 10% de los 7 millones de habitantes de Paraguay padece hambre y desnutrición, a pesar de una década de impresionante crecimiento económico.
Elver concluyó hoy una visitita oficial de una semana al país sudamericano.
En declaraciones a Radio ONU, afirmó que las tasas de pobreza extrema son tres veces más altas entre las comunidades indígenas y rurales que en las urbanas.
“En lo fundamental, los pequeños agricultores, los pueblos indígenas y las sociedades rurales en general, se encuentran más atrasadas y hay una importante diferencia con lugares como Asunción, donde se perciben buenos niveles de vida y una clase media fuerte”, dijo.
La experta añadió que pese a que en ese país sudamericano el sector agrícola contribuye cerca del 25% del Producto Interno Bruto (PIB), el desarrollo ha dejado atrás a los campesinos.
Además, pudo constatar que sólo el 6% de la tierra agrícola está disponible para la producción nacional de alimentos, mientras que el 94% se utiliza para cultivos de exportación.
Consideró que la situación se agrava en el sector rural porque sus agricultores y familias carecen por completo de acceso a la tierra.
La relatora especial instó a las autoridades paraguayas a implementar un marco legal integral con directrices claras sobre el derecho a una alimentación adecuada.
“Es imperativo que las estrategias nacionales incorporen los principios de derechos humanos con el fin de proteger a los pequeños agricultores y sus medios de vida,” dijo.
Asimismo, informó que durante su visita se reunió con comunidades de pequeños agricultores y recibió quejas con respecto a la grave falta de apoyo del Gobierno en relación con el acceso a la tierra, las semillas, el tan necesario capital, así como el acceso a mercados para comercializar sus cosechas.