La Comisión Europea y la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad adoptaron un comunicado en conjunto, en el que proponen medidas para garantizar la seguridad, limpieza y gestión sostenible en los océanos. Como un actor global de relevancia, la Unión Europea (UE) establece una agenda para una mejor gobernanza de los océanos basada en un enfoque internacional intersectorial y reglamentario.

¿De qué se trata?

El 60% de los océanos se sitúan fuera de los límites de la jurisdicción nacional y por tanto son, «por definición», recursos compartidos. Esto se aplica incluso a las zonas que se encuentran bajo la responsabilidad o competencia de un Estado, por ejemplo debido a la navegación o al acceso a caladeros.

Estas características fundamentales han dado lugar al establecimiento de normas e instituciones para organizar la utilización de los océanos por el hombre. Las partes interesadas no estatales desempeñan un papel importante en este contexto.

No existe una definición reconocida internacionalmente de «gobernanza internacional de los océanos», que incluye las normas, instituciones, procesos, acuerdos, regímenes y actividades cuyo fin es gestionar la utilización de los mares y océanos en un contexto internacional.

El marco actual de gobernanza internacional de los océanos se basa en un marco jurídico global: la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que ha dado lugar a una combinación de derechos jurisdiccionales, instituciones y marcos específicos.

Retos

El aumento de la población, la competencia mundial por las materias primas, los alimentos, el agua, las amenazas a la seguridad marítima, el cambio climático, la contaminación marina y las capacidades técnicas incrementan el nivel de utilización de los recursos oceánicos y disminuyen la capacidad de los océanos de aportar los beneficios de los que depende la sociedad mundial.

El marco actual de gobernanza internacional de los océanos no tiene capacidad para afrontar estos retos comunes con la eficacia suficiente, ya que no garantiza la gestión sostenible de los océanos y sus recursos.

Ejemplos de ello son el persistente problema de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, la no aplicación de las normas pertinentes o el elevado número de instituciones internacionales y acuerdos sectoriales que tienen por objeto la gobernanza de los océanos.

Estos retos ponen de relieve la existencia de lagunas en el marco actual de gobernanza internacional de los océanos, como son el uso y la aplicación ineficientes de los protocolos vigentes o la coordinación insuficiente entre agentes y componentes. Por último, no podemos obviar que los problemas se ven agravados por el persistente desconocimiento general del sistema mundial de los océanos.

Objetivos

La UE ya desempeña un papel importante en la mayoría de los foros marítimos internacionales. La Comisión Europea dispone ahora de un claro mandato para participar en la configuración de la gobernanza internacional de los océanos en las Naciones Unidas, en otros foros multilaterales y, bilateralmente, con socios clave a nivel mundial, con el objetivo de adoptar un marco mejorado, más sostenible y con mejores garantías de aplicación. De aquí saldrá, entre otras cosas, la publicación de una Comunicación de la Comisión sobre la gobernanza de los océanos y la economía azul.

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