Earthing, Grounding, Forest Bathing o incluso el Sun Bathing son estas prácticas que están en la búsqueda de una conexión con la naturaleza, y así alcanzar un equilibrio biopsicosocial que el mundo citadino no puede brindar.

La manera en que la Naturaleza actúa sobre nuestra esencia impacta fisiológicamente, estado de ánimo, creencias y conducta. Inclusive hay científicos que consideran que practicar estos baños naturales brindan beneficios extrasensoriales; como por ejemplo, en una sensación del infinito en el aquí y ahora, sincronicidad en el que los eventos comienzan a coincidir, sueños proféticos y experiencias místicas –como déjà-vus–, desinterés en los bienes materiales, placer en los momentos de soledad para explorar la creatividad, meditación y conexión con el universo, y el resurgimiento de viejos recuerdos y emociones intensas con el objetivo de sanar.

Pero la ciencia se ha encargado de comprobar los beneficios del Earthing, Grounding, Forest Bathing y Sun Bathing. A continuación te compartimos una lista de los descubrimientos científicos que demuestran cómo la Naturaleza es un poderoso tratamiento médico:

– Investigadores de la isla de Yakushima, en Japón, consideran que los shinrin-yoku o “baños de bosque, brindan sustancias benéficas en la diversidad microbiótica. La investigación ha identificado tres factores principales que nos vuelven más saludables: bacteria, aceites esenciales derivados de las plantas e iones con carga negativa. Parece ser que desde nuestro nacimiento hasta la muerte, las bacterias que viven en el ambiente –y que respiramos del aire–, nos ayuda a mejorar los procesos de digestión y a producir sustancias que proveen estabilidad tanto física como mental. En otras palabras, estar en el bosque permite sentirnos más felices, poseer mayor salud física y combatir microorganismos tóxicos para una mayor generación de neurotransmisores del bienestar psicológico.

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– “Hacer tierra” permite que el cuerpo conduzca electrones libres que emanan del campo magnético de la Tierra, y así reducir los daños que provocan las eléctricas positivas que llevan a la oxidación del cuerpo. Este acto ayuda a reducir la inflamación, reduciendo el dolor crónico, mejorar el sueño y la presión sanguínea; ya que previene la acumulación de carga eléctrica estática en el cuerpo y contrarresta la acumulación de las cargas eléctricas positivas nocivas de vivir en medio de innumerables gadgets electrónicos.

Equilibra la salud emocional, principalmente con trastornos de ansiedad, depresión, bipolaridad, entre otros. Investigadores de la Universidad de Stanford, en EE.UU., demostraron que la naturaleza impacta positivamente en la salud psicológica de las personas que practican el senderismo en los bosques. Esta práctica facilita la regulación de pensamientos obsesivos y negativos. De hecho, en este estudio demostró que las personas que caminan durante 90 minutos en un entorno natural, experimentan una reducción en la actividad neuronal en la corteza prefrontal asociada con enfermedades mentales.

Hay una mayor creatividad frente a la solución de problemas. Un estudio dirigido por Ruth Ann Atchley y David L. Strayer ha demostrado que enfrentar problemas de manera creativa puede lograrse después de caminar en la naturaleza y de estar desconectado de la tecnología. Para demostrarlo, los investigadores pidieron a unos participantes que realizaran senderismo sin tecnología alguna durante cuatro días, y hacer tareas que requerían de creatividad para la resolución de una serie de problemas complejos. Llegaron a la conclusión de que las excursiones libres de tecnología aumentan significativamente en la resolución de problemas hasta en un 50 por ciento. De modo que la naturaleza reduce la fatiga mental, calmar la mente y desarrollar la creatividad.

Regula el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad. Este trastorno, un diagnóstico muy común en niños, genera problemas con la concentración, hiperactividad y dificultades para controlar sus impulsos. Y de acuerdo con un estudio realizado por Frances E. Kuo y Andrea Faber Taylor, de la Universidad de Illinois, los niños con TDAH expuestos a actividades al aire libre y en áreas “verdes” reduce significativamente los síntomas.

Estimula al metabolismo para quemar entre 400 y 700 calorías a la hora. Esto facilita que mente y cuerpo estén conectados naturalmente, ayudando a que las células estén nutridas y sanas. Este estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de British Columbia, confirma que dejarse bañar por la Naturaleza mejora la memoria y la habilidad cognitiva gracias a que incrementa el volumen del hipocampo.

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