“Todavía no he tenido pesadillas con el cuadro”, bromea Novak Djokovic. El No. 2 del Emirates ATP Rankings y seis veces campeón del Abierto de Australia se siente preparado. Ha llegado el primer grande del año, donde el serbio se siente como en casa, y aunque el camino se presenta harto complicado ya de inicio, Djokovic no lo ve como una pesadilla. “Es un reto enorme”, responde.
“He trabajado duro durante la pretemporada, imagino que como el resto de jugadores, tratando de llegar con la mentalidad, físico y estado de forma adecuados. No podría haber pedido un mejor inicio de temporada”, confesó el jugador de Belgrado.
En una primera semana de curso para el recuerdo, Djokovic retuvo la corona del Qatar ExxonMobil Open con una apasionante semifinal ante Fernando Verdasco, donde salvó cinco bolas de partido, y una victoria en la final sobre el No. 1 del mundo Andy Murray.
En primera ronda en Melbourne Park le espera nada menos que su rival en las semifinales de Doha. Y Djokovic sabe que el español es un durísimo rival.
“Espero no encontrarme con un escenario en el que debo salvar puntos de partido”, apuntó Novak.
“Fernando es un jugador muy completo en cualquier superficie. Si tiene el día puede ganar a cualquiera donde sea. El año pasado eliminó a Nadal en cinco sets en primera ronda. Tiene victorias sobre casi todos los jugadores top y creo que no se siente abrumado por una pista central”, halagó Djokovic a su rival.
Con seis coronas en Melbourne, Djokovic podría ostentar el récord absoluto de títulos en el Abierto de Australia en caso de retener el trofeo. De ganar a Verdasco, en su misma mitad del cuadro el horizonte está lleno de posibles grandes rivales. Puede que se cruce con Grigor Dimitrov, campeón de Brisbane, en octavos. Quizá esté Dominic Thiem en cuartos y en su misma mitad están también nombres como el del tercer favorito Milos Raonic, el sexto cabeza de serie Gael Monfils o el campeón de 2009 Rafael Nadal.