Volver para ganar. Esa era la consiga que perseguía Roger Federer cuando en julio del pasado año decidió dar un paso a un lado tras Wimbledon, para recargar la batería de cara a esta temporada. El suizo regresó este lunes en el Abierto de Australia para estrenarse en 2017 y lo hizo con una victoria en el último turno de la Rod Laver Arena sobre Jurgen Melzer por 7-5, 3-6, 6-2, 6-2 en dos horas y cinco minutos.
El No. 17 del Emirates Ranking ATP fue de menos a más. Aunque tardó en entrar al partido, cuando lo hizo fue para quedarse. En el primer set, Melzer fue el primero en firmar un break (2-4), pero Federer fue capaz de enlazar un parcial de 6-1, elevando su porcentaje de puntos ganados con el primer servicio al 88% y devolviendo 2 quiebres en tres oportunidades al austriaco.
El ex número 8 del mundo reaccionó cuando Federer ya estiraba la racha a 8-1, adelantándose con un nuevo break inicial. Sin nada que perder, Melzer se sintió más suelto en la pista, afinó desde el fondo de la pista y una serie de golpes cruzados con el revés fueron acompañándole en su camino hacia la remontada. Esta vez sería el de Viena quien devolvería el parcial de 6-1 al suizo. Era el primer set que Federer cedía en la primera ronda de un Grand Slam desde Wimbledon 2010 (vs Alejandro Falla).
Pero Federer volvió a tomar el mando de la situación para contener el empuje desde la línea de Melzer. Variando toda clase de golpes, acompañados con 10 subidas a la red, no tardó en recuperar la ventaja. Logró quebrar en 2 ocasiones de las 3 opciones de las que disfrutó para abrochar el tercer set (6-2) con autoridad. Una dinámica que conservó también en la cuarta manga, para concluir el choque con 34 golpes ganadores y 5 de 7 en oportunidades de break convertidas.