La agricultura industrial, la de los monocultivos y transgénicos, la de los pesticidas «esquilma los recursos naturales», y la UE tiene el papel crucial de ser la primera en dar un paso adelante a la transición hacia la agroecología, asegura Blanca Ruibal, de Amigos de la Tierra.
La responsable de Agricultura y Alimentación en España de esta ONG internacional reclama “otro tipo de agricultura”, sin pesticidas ni químicos que dañen aún más el ya degradado suelo.
La petición la formula Ruibal en el marco de la presentación en Madrid de la campaña para erradicar el uso del pesticida glifosato de los cultivos.
Transición a una agricultura con menos químicos
La solicitud de los ecologistas a la CE contempla no solo la prohibición de esta sustancia, sino que Europa empiece un proceso de transición para que se utilicen cada vez menos pesticidas en las prácticas agrícolas y que el procedimiento para su autorización cambie en los países miembros.
Por ello, Amigos de la Tierra apuesta por los productos de proximidad y volver a la distribución cercana. “Es urgente que la manera en la que se producen, distribuyen y consumen los alimentos, cambie”, ha asegurado Ruibal.
La actual “esquilma recursos naturales”
La agricultura actual, la industrial, la de los químicos, la de los monocultivos y transgénicos “esquilma los recursos naturales, el agua, el suelo y la biodiversidad”. Y lo peor, según Ruibal, “no es capaz de producir suficientes alimentos para todos”.
Este es un “gran reto que tenemos que afrontar”, asegura, y añade que ese cambio se puede hacer desde “la agroecología, lo local, cambiando las prácticas agrarias, la venta de alimentos y los hábitos de consumo” de la población.
Potenciar productos locales
Sin que muchos consumidores españoles se percaten, algunos alimentos presentes en las estanterías de los comercios como almendras, avellanas, garbanzos, patatas, lentejas, alubias, soja, maíz, entre otros, recorren miles de kilómetros.
China, Canadá, Estados Unidos, México, Argentina, Egipto, Turquía, Francia, son algunos de los países desde donde vienen esos productos que terminan en nuestros platos.
Y es que además se desperdicia y se tiran muchos alimentos, y aunque “siempre se piensa en las familias”, la “gran mayoría -productos a punto de caducar o con pequeñas taras- se tira en la producción y en la gran distribución”.
“Tenemos que pensar que para poder ver unas zanahorias preciosas, todas iguales en una bandeja de poliestireno expandido (poliespán) en un supermercado, se han tirado otras seis que no tenían esa forma”.
Esta selección es “otro de los desastres de la agricultura actual”, un proceso en el que se desperdicia “un tercio de la producción”, relata.
Ese desperdicio de alimentos no sucede en una “agricultura a otra escala, en la que las personas son el centro, no un negocio, como el precio de la soja, el trigo, el café que se decide en la Bolsa de Chicago como cualquier otra mercancía”.
Por ello, desde esta ONG se considera fundamental que las personas “nos empoderemos y sepamos qué es lo que queremos”, alimentos locales, que sean cultivados de forma sostenible y de temporada.
AGRICULTURA ECOLÓGICA
Foto de archivo de agricultura ecológica en Salcedo (Álava). EFE/David Aguilar