La salud ambiental será necesaria para garantizar la salud humana en el futuro, por lo que hay que empezar a hablar de «salud planetaria», afirma el epidemiólogo, académico y directivo de la revista británica ‘The Lancet’, sir Andrew Haines, que ha participado en Barcelona en un acto del Instituto de Salud Global (ISGlobal).
Durante su conferencia, Haines destacó que muchas de las transformaciones drásticas que se han producido en el mundo han sido consecuencia de la actividad humana y de la era antropocéntrica, que basa el desarrollo humano en indicadores únicamente económicos en detrimento del medio ambiente.
El profesor Haines defiende que “si seguimos viviendo como lo hace un americano medio, necesitaremos cinco planetas como el nuestro y si lo hacemos como un europeo occidental, tres”.
Estos datos, según Haines, sirven para “sustentar la teoría de la huella ecológica que afecta directamente a la salud humana a través del cambio climático y los conflictos derivados de este“.
Según esta teoría, la humanidad está cada vez más expuesta al “estrés del calor” que, según Haines, aumentará si no se aplica el Acuerdo de París, sobre todo para los residentes en zonas tropicales y subtropicales, y para la gente que trabaje en el exterior, con lo que “su productividad se reducirá de forma drástica”.
Haines alertó también de la afectación de la huella ecológica en la agricultura y las cosechas que, por ejemplo, en África se reducirán notablemente, además de otras tendencias climáticas que acabarán afectando la alimentación.
Entre estos efectos, el profesor destacó la disminución de polinizadores, el declive de cosechas de frutas y verduras y el de cosechas con vitamina A con importantes propiedades nutritivas.
Además, teniendo en cuenta que un 40% de las cosechas mundiales sirven para alimentar a animales utilizados para la producción de carne “nos encontramos en una situación sin precedentes y con un sistema alimentario bajo presión”, dijo Haines.
Agua, pesca, potable, conflictos
También el agua se vería afectada, ya que según el profesor, los océanos cada vez son más ácidos a la vez que se está produciendo una caída de la producción pesquera lo que genera una gran vulnerabilidad en la nutrición de la ciudadanía, sobre todo de las poblaciones que basan su alimentación en la pesca.
Andrew Haines destacó que no sólo el cambio climático afecta a la salud humana, también la escasez de agua y advirtió que el mundo árabe ya se ha quedado sin acuíferos mientras que un gran número de países sufren un estrés “enorme” de agua potable.
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