20 de febrero de 2017, Juba – La guerra y el colapso de la economía han dejado a unas 100 000 personas en riesgo de inanición en diversas zonas de Sudán del Sur donde se declaró hoy una situación de hambruna, según alertaron tres organismos de la ONU. Un millón de personas más están clasificadas como estando al borde de padecer hambruna.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtieron también que se necesitan medidas urgentes para evitar que más personas mueran de hambre. Si se suministra con urgencia ayuda sostenida y adecuada, la situación podría mejorar en los próximos meses y evitarse un mayor sufrimiento.

Se espera que el número total de personas en situación de inseguridad alimentaria aumente a 5,5 millones en el punto álgido de la temporada de carestía en julio, si no se hace nada para frenar la severidad y propagación de la crisis alimentaria.

Según la actualización de la Clasificación Integrada de la de Seguridad Alimentaria en fases (CIF) publicada hoy por el gobierno, los tres organismos de la ONU y otros socios humanitarios, 4,9 millones de personas -más del 40 por ciento de la población de Sudán del Sur- necesitan ayuda urgente de tipo alimentario, agrícola y nutricional.

Se necesita urgentemente acceso humanitario sin trabas a todas las personas que se enfrentan a hambrunas o están en riesgo de padecerla para evitar una escalada de la catástrofe, según instaron las Naciones Unidas. Sólo puede frenarse la propagación del hambre si se amplía la asistencia humanitaria y llega a los más vulnerables.

La hambruna afecta actualmente a zonas del estado de Unity en la región norte-central del país. Una declaración formal de hambruna significa que la población ha empezado a morir de hambre. La situación es la peor catástrofe de este tipo desde que comenzaron los enfrentamientos en el país africano hace más de tres años.

“La hambruna se ha convertido en una trágica realidad en diversas zonas de Sudán del Sur y ha ocurrido lo que más temíamos: muchas familias han agotado todos los medios con que cuentan para sobrevivir”, aseguró el Representante de la FAO en Sudán del Sur, Serge Tissot. “La población es básicamente campesina –añadió- y la guerra ha interrumpido las labores agrícolas. Han perdido su ganado, incluso sus aperos. Durante meses han dependido totalmente de las plantas que pudieran encontrar y los peces que lograsen atrapar”.

La malnutrición es una grave emergencia de salud pública, incrementada por los combates generalizados, el desplazamiento de población, la falta de acceso a los servicios de salud y de saneamiento. El informe de la CIF estima que 14 de los 23 condados examinados padecen malnutrición aguda global (MAG) igual o superior al umbral de emergencia del 15 por ciento, con algunas zonas llegando incluso al 42 por ciento.

“Actualmente se calcula que más de un millón de niños sufren malnutrición aguda en todo Sudán del Sur; y más de un cuarto de millón de ellos ya están gravemente desnutridos. Si no llegamos a estos niños con ayuda urgente, muchos de ellos morirán”, señaló Jeremy Hopkins, Representante de UNICEF en Sudán del Sur. “Instamos a todas las partes a que permitan a las organizaciones humanitarias un acceso sin restricciones a las poblaciones afectadas, para que podamos ayudar a los más vulnerables y evitar otra catástrofe humanitaria”, añadió Hopkins.

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