Después de cuatro días en alerta naranja, la calidad del aire en el Valle de Aburrá es la peor en lo corrido del 2017. Con cuatro estaciones de monitoreo en ICA Rojo -dos de ellas de representación poblacional- y las otras cuatro en ICA Naranja, la Junta Metropolitana declaró Alerta Roja Ambiental Fase I.

Para tratar de mitigar la concentración de partículas PM 2.5, que por su tamaño logran ingresar a los pulmones de las personas, la junta decretó una serie de medidas de obligatorio cumplimiento, como el pico y placa a seis dígitos y las restricciones al transporte de carga y volquetas.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, aclaró que el 80 por ciento de las fuentes contaminantes en el Área Metropolitana son los vehículos que queman combustibles como diesel y gasolina. El otro 20 por ciento son fuentes fijas, es decir, las empresas que emiten algún tipo de contaminante a la atmósfera.

Entre 2005 y 2015, el parque automotor de vehículos particulares creció en un 200 %, mientras que la cantidad de motos se multiplicó por cinco. Sumado a esto, la concentración de contaminantes empeora en los meses de marzo, abril, octubre y noviembre, que son las épocas más lluviosas en la ciudad.

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El Alcalde explicó que las nubes impiden el ingreso de radiación a la superficie terrestre, y que eso dificulta la dispersión de contaminantes. A pesar de esto, según Gutiérrez, Medellín aún no llega a los niveles de contaminación que se alcanzaron hace un año, cuando la ciudad estuvo en emergencia ambiental por más de un mes.

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