La próxima temporada de huracanes en la cuenca del Atlántico, que comienza oficialmente el próximo 1 de junio, será más suave de lo habitual, con 15 ciclones, de los cuales 11 serán tormentas tropicales huracanes, dos de ello de categoría mayor, estimaron hoy expertos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
El investigador jefe del proyecto, Philip J. Klotzbach, señaló en su reporte anual que la cuenca atlántica está “en transición a condiciones débiles o moderadas” del fenómeno de El Niño precisamente en el momento de mayor actividad de huracanes.

“El Atlántico tropical se ha enfriado de manera anómala durante el mes pasado y el Atlántico Norte extremo está relativamente frío”, explicó Klotzbach en su informe.
Estas “anomalías”, indicó, provocan “condiciones atmosféricas que son menos propicias para la formación e intensificación de huracanes en el Atlántico”.
Por eso, estimó, el pronóstico para 2017 anticipa “una probabilidad menor al promedio” de huracanes destructivos.

Quince huracanes, dos de mayor categoría

En números concretos, los expertos anticipan cuatro huracanes, dos de ellos de mayor categoría mayor, a partir de 209 kilómetros por hora, y once tormentas tropicales.
En total, pronosticaron, esta temporada de huracanes, que concluye oficialmente el 30 de noviembre, tendrá 50 días de mal tiempo causado por los ciclones, por 60 de la media entre los años 1981 y 2010.
La CSU estimó que la posibilidad de que un huracán mayor afecte a la costa atlántica de Estados Unidos es del 43 %, contra el 52 % de posibilidades promedio durante los últimos cien años.
Esa posibilidad se reduce al 24 % en la península de Florida y al 34% en el Caribe, menos también que el año pasado.

Los pronósticos más detallados se publicarán, como siempre, a prinicipios de junio, julio y agosto, mes éste último que anticipa el inicio de la época más activa de huracanes en el Atlántico.
Los pronósticos se basan desde 1982 en el Sistema de Re-Análisis de Pronósticos de Clima (CFSR), que sirve para anticipar con mayor certeza la llamada “energía ciclónica acumulada” (ACE, en inglés), que luego origina los huracanes.
Desde entonces, los pronósticos han sido correctos en ocho de cada diez años. Efeverde