El futuro de la agricultura campesina y la alimentación mundial se encuentra en riesgo debido a la continua presencia de organismos genéticamente modificados –OGM–. Si bien hasta ahora no habían pruebas científicas contundentes sobre la toxicidad de estos productos, en el último año hay un importante grupo de la ONU, científicos y activistas que promueven su desuso.
En México, el uso del maíz transgénico está poniendo en riesgo la diversidad de esta especie autóctona, la calidad tanto de la tierra como del agua y la salud de los consumidores de este producto. Frente a esto, el primer tribunal colegiado en materia civil de la Ciudad de México ha puesto en suspensión el otorgamiento de permisos para la siembra de maíz transgénico en nuestro país.
A 20 años de haberse introducido en tierras mexicanas, los transgénicos han impactado negativamente en el país:
– No aumentan los rendimientos ni aminoran los costos ambientales de la agroindustria;
– la siembra implica costos inaceptables en salud pública;
– afectan a la biodiversidad de la especie y la región.
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