Aunque lo ha intentado durante todo el partido, Albert Ramos no ha podido repetir su hazaña de hace la semana pasada en Montecarlo y ha caído en su espectacular choque frente a Andy Murray, que ha salido de una situación muy complicada en el tercer set, cuando ha estado 2-0 y a una pelota del 3-0. Una inoportuna torcedura del mataronés en ese tercer juego de la última manga ha cambiado el rumbo del partido en tan delicado momento y luego el número 1 del mundo ha puesto rumbo a su victoria, aunque el pundonor de Ramos le ha obligado a decidir el partido en el tie-break.
El marcador de este formidable partido que será recordado como uno de los mejores de todos los tiempos en esta ronda del torneo lo dice todo: 2-6, 6-4, 7-6 en tres horas de juego. Ha sido un duelo bravísimo entre dos jugadores de una enorme categoría que saltaron a la pista Rafa Nadal con distintos objetivos: Murray, a demostrar que a pesar de estar jugando en tierra es el líder mundial de este deporte y Ramos para confirmar su triunfo de Montecarlo y seguir su escalada que bien pronto le colocará a las puertas del top-10.
“Así es el tenis –ha dicho Murray en la pista-. La semana pasada parecía que yo iba a ganar, con cuatro juegos de ventaja en el tercer set, y perdí. Y hoy Ramos ha tenido grandes oportunidades. Yo creo que he sabido aprovechas las mías. He ido subiendo cada vez más a la red y he sido al final más agresivo. Estoy muy contento”.
Ramos era la imagen contraria: “Me veía muy bien y parecía tener el partido controlado, pero he de decir que se me ha escapado. Lo he intentado todo. Estoy en buena línea, y con eso me quedo. Pero de este partido no me voy a olvidar en mucho tiempo”.
Al final, Murray ha demostrado su condición de número 1 y Ramos ha de sacar la conclusión de que ya puede competir de tú a tú con los grandes. Con los más grandes.
El escocés se medirá en semifinales con Dominic Thiem. Su partido de primera hora de día apenas ha tenido historia. El número 9 del mundo ha superado fácilmente al sorprendente japonés Yuichi Sugita. Jamás se habían enfrentado, pero ha parecido que el joven Thiem conocía a la perfección a su rival, al que ha destrozado con un marcador inapelable: 6-1, 6-2. El partido ha sido el más rápido de los cuatro de la pista Rafa Nadal: 52 minutos.
barcelonaopenbancsabadell.com