Rafael Nadal ha dejado una imagen común en el Mutua Madrid Open 2017. Él, con cara de hambre, reventando la bola en el punto más alto. Incluso antes. Parece el Nadal imbatible sobre arcilla de la década pasada, pero es la versión 2017. Rejuvenecido, aprovechando la experiencia y reciclando las virtudes de otros tiempos. El español está recogiendo los frutos después de haber cosechado perseverancia incluso en días de lesiones e inconsistencias.
La vida lo ha premiado con un triunfo categórico de 7-6(8), 6-4 sobre Dominic Thiem para ganar el certamen español por quinta vez (2005, 2010, 2013, 2014), y llegar a 30 Masters 1000 en su carrera e igualar a Novak Djokovic. Detrás de ambos, quedan Roger Federer (26), Ivan Lendl (22), John McEnroe (19), Jimmy Connors (17), Andre Agassi (17), Bjorn Borg (15) y Andy Murray (14).
Este domingo, el local remontó un 1-3 en la primera manga y levantó dos sets points en el tie-break (en uno forzó el error rival y en otro conectó un winner de derecha). En el segundo parcial, logró un quiebre prematuro en el primer turno al saque de Thiem, no pudo materializar un match point en el 5-3 y luego de levantar tres break points en el 5-4, dejó 4-1 el historial con el austriaco.
El zurdo de 30 años ha vuelto a ser el soñado. Por primera vez en siete años, empieza una temporada con récord de 15-0 en sus primeros tres torneos sobre arcilla. Lo hizo en 2010, 2009, 2007, 2006. Y en 2017 lo consiguió cerca de cumplir 31 años.
Nadal ahora tiene un invicto de 15 partidos producto de sus títulos en Montecarlo, Barcelona y Madrid, donde ha ganado 30 sets de 32 disputados. Hace siete años, se impuso en Montecarlo, Roma y Madrid, cediendo apenas dos sets. Igual que en el lapso actual. En 2010, terminó ganando Roland Garros y en 2017 llegará como favorito a París ante semejante producción.
No solo queda como líder de victorias en el año (34 suponiendo que gana), también desplaza a Federer del cuarto lugar del ranking y pasa a comandar la Emirates ATP Carrera a Londres. Ahora Roger Federer es segundo y Dominic Thiem, tercero, tras pasar a Stan Wawrinka.
Lo más significativo es que Nadal vuelve a confirmar su enésima juventud ante su gente. “Como en España, en ningún lado”, dijo durante la semana. Y pagó el cariño recibido en la Caja Mágica con un tenis prolijo, bolas de fantasía y un coraje inquebrantable. De hecho, llegó a récord de 165-22 en todas las competiciones profesionales disputadas en piso español (efectividad de 88,2%).