Valledupar, Cesar. 26 de mayo de 2017. (MADS). Bosques de paz, la estrategia de conservación, desarrollo sostenible y contribución a la construcción de paz liderada por el Ministerio de Ambiente le entregó al país un nuevo bosque en el departamento del Cesar, que fue inaugurado este viernes con la presencia del Presidente de la República Juan Manuel Santos en el Parque Natural Regional Los Besotes, al norte de Valledupar y beneficiar a cerca de un millón quinientos mil habitantes.
“La consolidación de este Bosque de Paz estará a cargo de mujeres Gestoras de Ambiente, quienes mayoritariamente han sufrido la violencia como ningún otro grupo en el país», dijo el Presidente Santos.
El Bosque de Paz llevará por nombre, Consuelo Araujo Noguera en honor a “La Cacica”, víctima del conflicto armado en nuestro país y hace parte de una estrategia de gestión sostenible en los territorios, que busca integrar la conservación de la biodiversidad con proyectos productivos en beneficio de las comunidades organizadas, se desarrollará en las veredas San José de Oriente, Los Corazones y el municipio de La Paz, con el fin de implementar espacios de desarrollo económico sostenible en los ecosistemas estratégicos del Parque Nacional Los Besotes y Serranía de Perijá, para el manejo del posconflicto y construcción de paz.
Para Andrés Molina Araujo, hijo de Consuelo Araujo Noguera, este bosque honra la memoria de su madre y agradece la iniciativa del Gobierno Nacional que “da muestra de la importancia y el papel que desempeñó mi madre en el departamento. Ella siempre estuvo encaminada a mostrar lo mejor del territorio y sobretodo fue defensora de la cultura, la naturaleza y los recursos naturales”.
Con esta iniciativa, central para el Gobierno Nacional, “vamos a entregarle el país 150 bosques de paz, cerca de 75.000 hectáreas de zonas que van a ser reforestadas.
Vamos a poder beneficiar a muchas víctimas del conflicto porque aquí se combina la conservación ambiental, el apoyo a las víctimas del conflicto y la generación de ingresos.
Estamos muy contentos de que en este Bosque de paz, 50 mujeres se han graduado como gestoras ambientales y van a ser Guardianes de este bosque”, explicó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible Luis Gilberto Murillo.
Como resultado de la puesta en marcha del programa, se impactarán ambientalmente más de 400 hectáreas con acciones de reforestación protectora y productora, cinturones verdes para restauración de corredores ecológicos y parcelas de conservación de especies amenazadas.
Además, se destinarán 90,7 kilómetros lineales de área adquirida para la conservación, tendrá 2 cabañas para ecoturismo, 2 casetas para avistamiento de aves y un monumento vivo de paz.
«Este proyecto va tener más de 20 viveros satélites y más de 60.000 árboles en honor a las víctimas. Lo más significativo es que tendremos mujeres excombatientes y victimas trabajando juntas en este lugar que es emblemático para la región”, Kaleb Villalobos Brochel, director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar).
La siembra de los primeros 5.000 árboles la realizó un grupo de 50 gestoras ambientales para la Paz, que se graduaron hoy durante la inauguración del Bosque: “hoy recibimos la certificación por parte del Presidente de Guardianas de Paz y Ambiente, nosotras las guerrilleras de las FARC llevamos un trayecto bastante largo en la lucha y para nosotros esto que se ha realizado hoy es de mucha importancia porque estamos sembrando para la paz, para la reconstrucción y reconciliación de todos los Colombianos”, dijo Adriana Arias.
Los financiadores principales del Bosque de Paz La Cacica, serán el Fondo Nacional Ambiental, con un aporte de 2.975 millones y la Corporación Autónoma del Cesar con 525 millones de pesos.
“Este es un muy buen ejemplo para el país. Ya tenemos 10 Bosques de Paz listos y esperamos tener los 150 antes que termine este gobierno”, indicó el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Esta iniciativa del Ministerio de Ambiente está siendo replicada en diferentes lugares del país donde se están priorizando las áreas degradas ambientalmente por el posconflicto y se materializarán los bosques a través de proyectos regionales y locales, generando procesos de apropiación y gobernanza comunitaria.