Roma – Al estrechar lazos entre la FAO y el Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) se pretende ofrecer más oportunidades a los jóvenes para unirse a la lucha contra el hambre y la pobreza rural, así como a los expertos que deseen aportar su tiempo y competencias.

En este contexto, el Director General Adjunto de la FAO, Daniel Gustafson, y el Coordinador Ejecutivo del VNU, Olivier Adam, firmaron hoy un Memorando de entendimiento con el objetivo de ampliar su colaboración y facilitar un despliegue rápido de los voluntarios.

El programa VNU agrupa a unos 6 600 voluntarios de las Naciones Unidas de más de 150 países que trabajan con docenas de organismos de la ONU y en operaciones de mantenimiento de la paz en más de 120 países. Hoy en día, la FAO cuenta con 17 voluntarios de la ONU en Chad, Honduras, Mongolia, Viet Nam y muchos otros lugares sobre el terreno.

“Aprovechar el espíritu y la naturaleza integradora del voluntariado es vital en nuestra lucha contra el hambre y la pobreza rural”, señaló Gustafson. “Los esfuerzos de la FAO –añadió- para apoyar a los países a promover la resiliencia y la sostenibilidad se beneficiarán en gran medida de las aportaciones y habilidades de los Voluntarios de la ONU”.

“El VNU está muy satisfecho al estrechar sus lazos ya fructíferos con la FAO. El VNU tiene una larga trayectoria en la reducción de la pobreza, el cambio climático y la resiliencia, lo que subraya su fuerte complementariedad con la FAO”, indicó Adam. “Nuestros Voluntarios de las Naciones Unidas cuentan con un abanico de especializaciones que encajan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los cinco objetivos estratégicos de la FAO. Agradezco esta oportunidad para ampliar nuestra colaboración”.

Los Voluntarios de las ONU pueden emplearse en diversas áreas técnicas como agricultura, pesca, silvicultura o recursos naturales. Desplegados con la FAO, trabajan en campos que van desde la restauración del suelo a la nutrición y la participación de los jóvenes, entre otros.

Voluntarios de las Naciones Unidas: historias diferentes, objetivos comunes

Firoj Ahmed, natural de Bangladesh y asignado como Voluntario de la ONU con la FAO en Sudán, dirige una encuesta detallada sobre los hogares diseñada para apoyar un programa de creación de resiliencia.

Ahmed ha sido Voluntario de la ONU en Sudán durante los últimos dos años, donde también ejerce como coordinador para la iniciativa del Sistema de alerta y acción temprana (EWEA, por sus siglas en inglés) de la FAO en el país africano.

Barbora Chmelova, una joven checa que trabaja en la oficina de la FAO en Viet Nam sobre cómo hacer que los mercados agrícolas sean más inclusivos, tiene otra trayectoria.

Para ella, las ventajas de servir como Voluntaria de las Naciones Unidas para la FAO son profundizar sus competencias técnicas como agrónoma en temas como las estrategias de adaptación y mitigación al cambio climático, preparación para desastres y desarrollo de políticas. Conocimientos que canaliza hacia el personal local con el que trabaja a a diario.

Trabajar como Voluntario de las Naciones Unidas para la FAO en Senegal es un paso clave en la vida de Théo Martin, recién licenciado en Francia, que colabora ahora en un proyecto de divulgación de una Escuela de campo para agricultores.

“La agricultura está en la encrucijada de muchas preguntas clave sobre la sociedad, el cambio climático y los modelos económicos: las cuestiones agrarias quizás nunca han sido tan importantes como hoy”, asegura Martin.