19 de junio de 2017, Roma – Invertir en preparación y en crear resiliencia entre los agricultores es fundamental para hacer frente a las situaciones de sequía extrema, aseguró hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
«Salvaguardar los medios de vida significa salvar vidas, esto es lo que se pretende al crear resiliencia», dijo en un discurso en el inicio de un seminario internacional sobre la sequía organizado por Irán, los Países Bajos y la FAO.
Al recordar la sequía de 2011 en Somalia, en la que más de 250 000 personas perecieron de hambre, Graziano da Silva señaló: «la gente muere porque no está preparada para afrontar los efectos de la sequía, porque sus medios de vida no son lo suficientemente resilientes».
«Durante años, la estrategia ha sido responder a las sequías cuando ocurren, corriendo a toda prisa para aportar ayuda de emergencia y mantener a la gente con vida», indicó el responsable de la FAO, quien admitió que «por supuesto, eso es importante», pero que invertir en preparación y resiliencia «es esencial». Al hacerlo, se prepara a los países para actuar rápidamente antes de que sea demasiado tarde, significa que los agricultores y las comunidades rurales están mejor posicionados para hacer frente a los eventos meteorológicas extremos cuando golpean .
El Ministro de Agricultura, Recursos hídricos y Silvicultura de Namibia, John Mutorwa explicó por su parte que en estos tiempos de cambio climático, la sequía ha surgido como un desafío al que todos los países se verán obligados a enfrentarse una y otra vez.
«La cuestión no es si la sequía se producirá o no, sino: la sequía llegará, y por lo tanto, tenemos que estar preparados», advirtió Mutorwa, subrayando la importancia del tema del seminario «Sequía y agricultura – Pronosticar, planificar y preparar: cómo evitar que la sequía se convierta en hambruna».
«La Organización Meteorológica Mundial (OMM) proporciona orientación e información científica para fortalecer los servicios nacionales responsables de abordar los riesgos que la sequía supone para la agricultura», afirmó el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas. «Animamos a los países a tomar medidas tempranas contra la sequía y a avanzar hacia un enfoque más proactivo», añadió.
Paralelamente, el Presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), Gilbert F. Houngbo, enfatizó la necesidad de romper el ciclo de crisis, desastres y socorro y pidió a la comunidad internacional que fuera proactiva y tuviera en cuenta no sólo las emergencias de hoy, sino también en cómo prevenir las de mañana.
«Eso significa invertir en los pequeños agricultores para ayudarles a hacer frente al reto de la productividad, darles acceso a los mercados y a financiación y, lo más importante, que tengan las herramientas necesarias para sobrevivir y prosperar» dijo Houngbo.
Relanzar los esfuerzos de respuesta frente a la sequía
El seminario de hoy tiene como objetivo catalizar un renovado impulso internacional para hacer frente a las muchas consecuencias de las sequías, que generan no sólo hambre e inestabilidad, sino que provocan pérdidas económicas de hasta 8 000 millones de dólares EEUU anuales.
La necesidad de replantearse las sequías a nivel global es apremiante. A medida que el clima del planeta cambia, los períodos secos severos son cada vez más frecuentes. Desde la década de los años 70, la superficie terrestre del planeta afectada por sequías se ha duplicado.
El coste es especialmente alto en los países en desarrollo, donde la agricultura sigue siendo uno de los pilares económicos. Más de 80 por ciento de los daños y pérdidas causados por la sequía los soporta la agricultura en el mundo en desarrollo, según informes de la FAO.
Y es África, en particular, la que se ha llevado la peor parte. Entre 2005 y 2016, hasta un total de 84 sequías afectaron a 34 países africanos.
Más vale prevenir que curar
No faltan conocimientos, tecnologías y buenas prácticas para abordar la sequía y la escasez de agua y sus implicaciones para la seguridad alimentaria, la agricultura y el desarrollo rural.
Durante el seminario de hoy, expertos de las comunidades académica, científica, humanitaria y de formulación de políticas participan en diversas sesiones subsidiarias centradas en cuestiones como: qué debe cambiarse en términos de gestión de la sequía y cómo lograr esa transformación; formas de conectar a los agricultores con las tecnologías mejoradas; opciones para pasar de respuestas reactivas a proactivas y cómo introducir la gestión de la sequía en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Un comunicado final del seminario informará sobre los resultados y formulará recomendaciones sobre el camino a seguir.
Asociarse para empoderar a los pequeños agricultores
En el evento de hoy en Roma, la FAO y la OMM firmaron un memorando de entendimiento que les permitirá estrechar su cooperación para responder a la variabilidad climática y al cambio climático que, según reza el acuerdo «representa una amenaza urgente y potencialmente irreversible para las sociedades humanas, los ecosistemas y la seguridad alimentaria».
A través de su alianza reforzada, ambas organizaciones trabajarán en mejorar la información, herramientas y métodos agro-meteorológicos y potenciar el acceso de los pequeños campesinos a los productos y servicios que pueden ayudarles a anticipar y prepararse proactivamente frente a las sequías, entre otras cuestiones.