La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) expresó grave preocupación por la situación de 100 familias que fueron desplazadas de sus hogares en el área protegida de Laguna Larga en Guatemala.

Los desplazados ahora se encuentran en la frontera con el estado mexicano de Campeche, tras huir de un desalojo forzado ordenado por un tribunal que declaró ilegal los asentamientos de estas personas en ese parque nacional.

Las familias están viviendo en condiciones extremadamente precarias, en tiendas de campaña y dependen de la asistencia humanitaria para tener acceso a alimentos, agua, medicinas y artículos de higiene. Esta ayuda hasta el momento ha sido provista por el gobierno de Guatemala y algunas ONG; sin embargo, fuentes fidedignas reportaron al Alto Comisionado que los suministros se están agotando.

“Nos preocupa mucho que los desalojos hayan sido ordenados sin asegurar la reubicación ni planes de protección para las familias afectadas, tal y como exigen los estándares internacionales de derechos humanos”, señaló Rupert Colville, portavoz de ONU-DH ante la prensa en Ginebra.

El portavoz exhortó a las autoridades guatemaltecas a que continúen ofreciéndoles asistencia humanitaria hasta que se adopten las medidas apropiadas de reubicación.

Colville agregó que la Oficina ha recibido reportes de más posibles desalojos durante las próximas semanas en la zona que se encuentra dentro del parque nacional Laguna del Tigre, lo que puede llevar a “una situación de crisis y violencia”, advirtió.