Las reservas de biósfera son zonas de ecosistemas terrestres o costeros/marinos o una combinación de ambos, y son reconocidas en el plano internacional en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biósfera (MAB) de la UNESCO.

Con 5 de estas reservas de biósfera en El Tuparro, Sea Flower, Cinturón Andino, Sierra Nevada de Santa Marta y Ciénaga Grande de Santa Marta, Colombia trabaja en la conservación y protección de la biodiversidad, lo mismo que en el desarrollo de estas zonas.

La población estimada en estas reservas es del orden de 4.700.000 habitantes con la presencia de 75 resguardos indígenas representado una gran riqueza cultural en estos territorios.

Así mismo, contienen una gran variedad de ecosistemas desde los arrecifes de coral, manglares, bosques, páramos y humedales, entre otros.
Con un área del orden de 24 millones de hectáreas, de las cuales el 76 % hace parte del componente marino costero y el restante 24% del componente continental, el país se une a la red mundial de reservas de biósfera que le aportan al planeta información permanente, bienes y servicios ecosistémicos.

De allí la importancia del encuentro de gestores y directores de las reservas de la biósfera de diferentes países iberoamericanos, que se dieron cita en Cartagena para incentivar actividades económicas sostenibles en estos ecosistemas. Todos hacen parte de la red IberomaB, de la que Colombia hace parte.

 

El encuentro, que tuvo lugar en el Centro de Formación de la Cooperación Española, se dio en el marco del seminario sobre Economías verdes y marcas de calidad en las reservas de la biósfera iberoamericanas.

Para Cesar Augusto Rey Ángel, director de Bosques Biodiversidad y Servicios ecosistémicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, ““El enfoque de marca asociado a bienes o servicios generados en la Reservas de Biosfera, podría contribuir a mejorar la condición de vida de sus habitantes. Es pertinente, fomentar la capacitación como emprendedores, asociado esto al tema de marca y economías circulares. El mercado es muy exigente, en términos de obtener estándares”.

En este sentido, treinta y ocho expertos en la materia identificaron nuevos modelos y herramientas útiles para el fomento de la actividad económica con proyectos empresariales que resulten beneficiosos, tanto para la población local como para la conservación del patrimonio natural.

De acuerdo con Rey Ángel, algunas de las conclusiones de este encuentro estuvieron orientadas a reconocer las reservas de biósfera como sitios excepcionales para el desarrollo sostenible, en tanto que las marcas pueden ser una herramienta para hacer más perceptibles y agregar valor a estos territorios. Así mismo, se concluyó que se deben mejorar los esfuerzos para hacer más eficiente el proceso de otorgar visibilidad a las reservas de biósfera, en todos los niveles.

El evento permitió además identificar dos tipos de marca: aquellas referidas a la calidad de productos y servicios y las marcas colectivas, que son aquellas que certifican la pertenencia a una red. Y en este sentido se recomienda que los procesos de identificación y certificación de los productos que utilicen la marca “Reservas de Biósfera”, sean realizados por expertos.