La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) hace un llamamiento a «actuar pronto» para proteger a unas 17.000 especies en el mundo que están en alguna categoría de riesgo por factores como el cambio climático, la cacería y el tráfico ilegal y la minería.

José Courrau, experto en áreas protegidas de la UICN, aseguró en México, en una entrevista con Efe que a nivel global no se está mejorando el rescate de especies para evitar su extinción. “Es necesario atender esta situación y actuar pronto”, señaló.

Desde hace 400 años se han extinguido más de 2.000 especies de animales y plantas del planeta, y en las últimas décadas la situación es más crítica: alrededor de 17.000 especies están en riesgo de correr la misma suerte.

El cambio climático, la caceríatráfico ilegal, la fragmentación de ecosistemas, la minería, lafracturación hidráulica y la falta de recursos para la investigación son las principales presiones que amenazan la supervivencia de las especies en el mundo.

La minería, el cambio climático o la caza y el tráfico ilegal son algunos de los factores de riesgo.

La minería, el cambio climático o la caza y el tráfico ilegal son algunos de los factores de riesgo. EFE/Guido Torrez

La UICN reconoce ocho categorías de riesgo, de las cuales las más criticas son la extinta (cuando todos los individuos de una especie han muerto), extinta en vida silvestre (la especie sobrevive solo en cautiverio), en peligro crítico, enpeligro o vulnerable, cuando una especie enfrenta un alto riesgo de extinción por causas específicas.

Desaparecidas en América Latina

En América Latina, han desaparecido especies emblemáticas como el guacamayo macao glauco, que vivió desde Argentina hasta Brasil; el sapo dorado, especie endémica de Costa Rica extinta a finales de los ochenta del siglo pasado, y el pato poc, ave endémica del lago de Atitlán de Guatemala, extinto en 2004.
También se han extinguido grandes mamíferos como la foca monje del Caribe, distribuida desde Campeche (México) hasta Nicaragua y Jamaica.
Corroau destaca la relevancia de la pérdida de endemismos, ya que muchas de las especies que se encuentran en riesgo habitan solo en cierto país o región.

Ilustración de una foca monje del Caribe (Monachus tropicalis).

Ilustración de una foca monje del Caribe (Monachus tropicalis). EFE/Conabio

En México han desaparecido 49 especies; algunas aves restringidas a islas como la paloma de la Isla Socorro, y en los estados de Chihuahua y Durango el oso grizzly y el carpintero imperial, que era el más grande del mundo, ambos extintos en los años 50 del siglo XX.
Actualmente, los expertos discuten si estamos viviendo una extinción de gran escala, en donde múltiples especies podrían resultar afectadas, aunque -matiza- “esto es una hipótesis que requiere verificación de datos científicos”.
Lamenta que no haya los recursos necesarios para hacer la “investigación indispensable” para documentar todos estos cambios, porque después se hablará de la biodiversidad cuando ya se haya perdido.

En peligro

De acuerdo con la UICN, de las 14.000 especies evaluadas en América del Sur, unas 4.000 se identifican en peligro.
En México, más de 2.000 se consideran en riesgo, de las cuales 475 están en peligro de extinción, como la vaquita marina, el jaguar, el águila real, el lobo gris mexicano y las seis especies de tortugas que existen en el país.
La plataforma www.enciclovida.mx permite conocer todas las especies que existen en México, integrar fotografías, mapas de distribución y fichas técnicas en donde se puede consultar las categorías de riesgo.

Ilustración de dos pájaros Carpintero imperial (Campephilus imperialis). EFE//Marco Antonio Pineda Maldonado

Para el experto, la información, la educación y un rol más protagónico de las comunidades indígenas son necesarias para “cambiar esta tendencia de pérdida de especies”.

“Es difícil llegarle a las personas por el valor mismo de las especies, que cuentan con el mismo derecho que nosotros de compartir este planeta“, afirmó.
Además, apuntó, estas especies y ecosistemas son necesarias para vivir. “Los servicios ambientales que nos prestan son fundamentales e irremplazables”.
“Tenemos la capacidad como seres humanos para cambiar la pérdida de especies y ecosistemas”, indicó Carroau, quien urgió a los ciudadanos a apropiarse “de iniciativas para mejorar esta realidad antes de que sea tarde“.
La sociedad debe reflexionar sobre la pérdida de especies y considerar a las generaciones futuras, para que “no tengan que vivir en ese mundo apocalíptico”, concluyó. Efeverde