El enorme impacto científico producido durante las últimas décadas en los campos de la innovación y la tecnología, combinado con la globalización, fue esencialmente bueno, pero causó dos daños colaterales como el cambio climático y una creciente desigualdad, dijo hoy el Secretario General de la ONU.
Durante una cumbre sobre tecnología celebrada en Lisboa, Portugal, António Guterres destacó que la respuesta al cambio climático ha de provenir de la acción de la acción climática, y la respuesta a las crecientes inequidades con la lucha por una globalización justa.
Guterres señaló que la respuesta por parte de la comunidad internacional llegó con dos acuerdos históricos: el Acuerdo Climático de París y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
“El problema es su cumplimiento”, dijo el titular de la ONU.
“Pero la buena noticia es que la ciencia está de nuestro lado.
Hoy en día está claro que, gracias a las nuevas tecnologías, la economía verde es la economía del futuro. El negocio de la ecología es el mejor negocio y, al mismo tiempo sirve para generar beneficios y hacer el bien”, manifestó.
En la misma situación se encuentran las tecnologías de la información y la comunicación, la inteligencia artificial, la biotecnología u otras formas de innovación que permitirán un desarrollo y crecimiento para todo el mundo, añadió.
El Secretario General también destacó la importancia de prever los potenciales impactos negativos que supondrá esta importante evolución tecnológica.
“La respuesta no es detener el desarrollo, la respuesta es ser capaces de adaptar la manera en que trabajamos en nuestras sociedades, para que sean capaces de anticipar estas tendencias en vez de responder a ellas tardíamente como sucedió en el pasado”, dijo.
Esta situación provocará una revolución y necesitará una inversión masiva en educación y formación, destacó Guterres.
Finalmente, llamó a los asistentes a la cumbre a comenzar a debatir seriamente el impacto de esta nueva revolución industrial en las sociedades del futuro.